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Un lago junto al desierto.
Hotel Les Berges du Lac Concorde, pensado como balneario de lujo y en el que el descanso está más que asegurado.
Con una superficie de 37 kilómetros cuadrados, el lago Túnez es una de las localizaciones más llamativas de la Ribera Mediterránea. En el norte de esta laguna natural se encuentra una antigua fortaleza española (hoy reserva natural), su profundidad es muy baja y está a muy poca distancia de la capital del país norafricano. De hecho, antiguamente fue el puerto de la ciudad.
A su orilla se aloja un cinco estrellas muy especial: el Hotel Les Berges du Lac Concorde, pensado como balneario de lujo y en el que el descanso está más que asegurado. Con apenas tres pisos de habitaciones, es el mejor punto de partida para excursiones a las ruinas de Cartago a la pequeña localidad costera de Sidi Bou Saîd, así como a la vieja medina de Túnez. La mayoría de las 128 habitaciones tienen un balcón con vistas al lago, terraza de piedra arenisca y mobiliario italiano con una sutil incorporación de espejos y mármoles.
Además de un completo spa y un amplio solárium, no se puede abandonar el hotel sin haber probado delicias para el paladar como los dulces árabes clásicos (el chef está considerado uno de los mejores pasteleros del país), el menú que ofrece su restaurante París, especializado en gastronomía francesa o un buen cóctel en el Lobby Bar Piccadilly, en la terraza del establecimiento.
Hospedarse aquí es posible a partir de 130 €/noche. Una forma distinta de vivir la costa del desierto.
