Taormina, a los pies del Etna.

Poetas, literatos, músicos y actores de la antigua Grecia y Roma escogían lugares emblemáticos, bellos y ubicados al aire libre para ofrecer sus actuaciones. Así, el Coliseo, en Roma o el Acrópolis de Atenas eran el escenario preferido por muchas de estas personalidades. Con el tiempo, se han habilitado espacios de inmensas dimensiones, con capacidad para miles de personas. Sin embargo, algunos de los grandes músicos de ahora prefieren hacer un hueco en su agenda de conciertos para volver a las costumbres de antaño. El sultán del swing, Mark Knopfler, y la sacerdotisa del rock, Patti Smith se darán cita próximamente en el festival Taormina Arte.

Suspendida en la ladera de una montaña por encima del mar, Taormina es probablemente el destino más turístico de Sicilia y lugar de veraneo de propios y extraños desde los tiempos de los griegos y de los romanos, en especial, de ingleses y alemanes. Preserva su carácter medieval y ofrece una amplia variedad de riquezas arquitectónicas, siendo la más famosa su maravilloso teatro griego. Gracias a su perfecta acústica, es la sede de encuentros internacionales de cine, teatro, ballet y música sinfónica durante los 3 meses del Taormina Arte, que finaliza en septiembre.

Por su ubicación privilegiada que brinda unas vistas espectaculares del Etna, de la bahía Giardina y el estrecho de Mesina y por el cuidado y encanto que alberga, el hotel Villa Ducale es uno de los lugares más demandados para alojarse en esta ciudad. El acceso es complicado y tal y como conducen los sicilianos es toda una aventura que merece la pena para disfrutar del paisaje panorámico. Además, ofrece un servicio gratuito de lanzadera desde el hotel a la ciudad.

Villa Ducale es un hotel boutique, con 17 habitaciones -11 dobles y 6 suites-, decoradas al estilo siciliano con piezas de cerámica hechas a mano por artistas locales. Algunas de ellas disponen de terraza privada, con mesa y sillas de hierro forjado y, otras, de balcón con tumbonas y mini jacuzzi desde donde poder disfrutar de la brisa del Mediterráneo. El servicio es impecable, servicial y atento, que te espera desde el minuto uno de la estancia con las puertas abiertas y una copa del típico vino espumoso italiano, Proseco.

Con pareja, amante o semejante, haz que, como dice Ms. Smith, “la noche pertenezca a los amantes”.