NH Collection Abascal. Elegancia renovada.

Hay lugares cuyo encanto los convierte en la evocación más pura, en la más natural, la que nace de una única sensación ya sea visual o de otro tipo, son lugares como el edificio que acoge el Hotel NH Collection Abascal, que nos transporta un siglo atrás.

Este hotel está en Madrid, en el corazón de Madrid, junto a la Castellana; se trata de un edificio de los años 20 que ha sufrido una reforma de más de 6 meses tras la cual se ha convertido en un hotel de referencia en la capital, y no es para menos.

Tú, que eres fiel seguidor de loff.it, ya conoces algo de ese nuevo rostro del NH Collection Abascal porque fue el escenario de uno de nuestros últimos editoriales de moda, el de Navidad.

La reforma de este sugerente hotel estaba pensada para respetar, de base, el ambiente decorativo de los años 20 tanto por lo mucho que nos gusta esa década como por la reverencia a los casi 100 años que lleva el edificio en pie; pero sucede que, aun reconociendo su inspiración en los felices años 20, a la hora de ir matizando y decorando, se ha dado a los nuevos espacios un cierto aire contemporáneo, lo que da a su vez al hotel una intensa pátina de elegante atemporalidad.

Claro que no sólo es en la decoración donde se apreciarán los cambios, también en la restauración: el hotel abre las puertas de un nuevo restaurante que ha contado con dos colaboradores de excepción: Paco Roncero -chef con dos Estrellas Michelín que actuó como asesor para los asuntos culinarios- y el conocido bartender Diego Cabrera.

D.O., el restaurante del hotel, se convierte así en una oferta gastronómica fuera de lo común y habitual: su carta, en aras de la calidad culinaria, está protagonizada por productos con Denominación de Origen, de ahí el nombre del restaurante… D.O.

El hotel cuenta con 183 habitaciones de las cuales 11 son suites y 60 habitaciones premium; todas las habitaciones están dotadas de los mismos servicios: duchas efecto lluvia, cafeteras Nespresso y tetera, televisores LED 46’’, WI-FI…

Ahora ya sólo falta que vayas a verlo y a vivirlo, y que te dejes conquistar por la boca en su restaurante.