Rusticae: Los 10 imprescindibles de Menorca.
Un destino para los amantes de la naturaleza, la cultura y el estilo de vida slow.
Dicen que el mejor perfume se vende en frasco pequeño y Menorca es un buen ejemplo de ello. A pesar de sus humildes dimensiones, esta isla balear presume de una intensa historia, rico patrimonio cultural, variada naturaleza, aguas cristalinas, temperaturas suaves y sabrosa gastronomía. Situada en el extremo más oriental de España, pero a menos de una hora en avión desde Barcelona, Menorca tiene todo lo que necesitas para unas verdaderas vacaciones.
Su privilegiada situación en el centro del Mediterráneo occidental ha sido la causa de que, desde la antigüedad hasta tiempos recientes, haya sido codiciada por numerosos pueblos y potencias, como fenicios, romanos, árabes, ingleses, españoles o franceses, dejando un importante legado que todavía se conserva. Hay que destacar las construcciones megalíticas de la cultura talayótica, como la Naveta des Tudons o los poblados de Trepucó y Talatí, que nos transportan a la Edad del Bronce.
El agitado pasado nada tiene que ver con la tranquilidad que goza actualmente Menorca, un destino para los amantes de la naturaleza, la cultura y estilo de vida slow. Sus principales localidades son Ciudadela y Mahón, antigua y actual capital de la isla, respectivamente. También merecen una visita sus pueblos pesqueros y rurales, donde se conservan las costumbres de antaño.
Pero lo más sorprendente de Menorca es su naturaleza, donde destaca el Parque Natural S’Albufera des Grau, el Camí de Cavalls y sus playas y calas de arena fina y aguas turquesas, como Turqueta, Macarella, Pregonda o Mitjana. Y para redondear la experiencia, nada mejor que probar su sencilla pero sabrosa gastronomía, con lo mejor del mar y la tierra y las influencias extranjeras.
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Fotografías e información adicional:
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destinomenorca.com
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Ciudadela, la antigua capital de Menorca
La antigua capital de Menorca es una de las principales localidades de la isla. Ciudadela atesora un magnífico y señorial casco histórico, coronado por la Catedral y el Castillo de San Nicolás. El puerto es un espectáculo de color por la noche, ideal para pasear y cenar en alguno de sus restaurantes. Recorre sus angostas calles y descubre la plaza del Borne, la plaza de Ses Voltes o el Museo de Ciutadella.
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Mahón, capital actual de Menorca
En el este de la isla se encuentra la capital actual, que cuenta con uno de los mejores puertos naturales del mundo, codiciado en el pasado por diferentes civilizaciones y armadas extranjeras. Además de pasear por su puerto, visitar la Fortaleza de la Mola o acercarse a alguna de las islas vecinas, Mahón invita a conocer las calles y plazas de su casco antiguo. Aquí sorprenden sus casas burguesas y edificios históricos como la iglesia de Santa María, el Ayuntamiento o el Bastión de San Roc.
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Pueblos pesqueros y rurales
Vale la pena recorrer la isla y deleitarse con sus pueblos pesqueros y rurales, donde se conservan las tradiciones de antaño y se descubren rincones menos concurridos. Llucmaçanes está en mitad del campo y destaca por sus fiestas patronales. Es Castell todavía mantiene su influencia inglesa y Fornells ofrece callejuelas de sabor mediterráneo y buen pescado fresco. Otros núcleos de interés son Binibeca, Alaior, Es Mercadal o Sant Lluís.
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Patrimonio arqueológico
Uno de los atractivos culturales más interesantes de Menorca es su patrimonio arqueológico. De hecho, posee la concentración más alta de todo el Mediterráneo en monumentos prehistóricos. La cultura talayótica ha dejado en la isla construcciones megalíticas que transportan a la Edad de Bronce, como la Naveta des Tudons, el poblado de Torre d’en Galmés, o el poblado de Trepucó.
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Las fiestas y el protagonismo del caballo
El caballo tiene un papel muy destacado en la cultura menorquina, por eso no es de extrañar que sea el protagonista de sus fiestas. Son típicos los “jaleos”, en los que la gente ayuda a levantar a los caballos, montados por sus jinetes, sobre dos patas. Las fiestas más populares son las de San Juan de Ciudadela, en el mes de junio, que son además las más antiguas de la isla, remontándose al siglo XIV.
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Parque Natural de la Albufera des Graus
Menorca está declarada Reserva de la Biosfera y se caracteriza por su diversidad paisajística. Uno de los espacios naturales más destacados es el Parque Natural de la Albufera des Graus, compuesto de zonas húmedas, bosques, dunas, terrenos agrícolas y ganaderos, acantilados, playas y zonas marinas. Todo un paraíso para los amantes de la naturaleza, en el que conviven cientos de especies animales y vegetales, y donde también hay que visitar el Faro de Favàritx.
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El Camí de Cavalls
Una estupenda forma de conocer el entorno natural de Menorca es realizar una ruta a caballo por el Camí de Cavalls (GR-223), un antiguo sendero que circunvala completamente la isla, con una longitud de alrededor 210 km. También se puede disfrutar a pie, pasando por bellas playas, zonas interiores de pasto, cultivo y bosque, así como tramos urbanos como Mahón y Ciudadela.
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Playas y calas de aguas cristalinas
El buen clima y las aguas cristalinas de Menorca hacen irresistible tomar el sol, bañarse o practicar deportes acuáticos en sus playas y calas. Hay tantas y variadas que cada viajero encontrará su preferida. Son famosas Cala Turqueta, Cala Macarella, Cala Galdana, Cala Pregonda o Cala Mitjana. También son de interés la cala nudista de Macarelleta, la Cala en Porter rodeada de acantilados, la recóndita Es Talaier o la concurrida Calan Bosch.
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Gastronomía menorquina
La gastronomía de Menorca es muy variada. Posee ingredientes y platos propios de los pueblos de la isla, pero también ha tomado influencias catalanas, británicas, francesas o árabes. Su carácter marinero y campesino se refleja en los pescados y mariscos, así como en las verduras y hortalizas de la huerta. Destaca la caldereta de langosta o las berenjenas rellenas. También hay que probar la mahonesa y queso de Mahón, la sobrasada, la butifarra, los caracoles..Para tomar una copa, la pomada es la bebida típica de la isla, una mezcla de la menorquina Gin Xoriguer con limonada.
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Hotel Alcaufar Vell
Rodeado de las bellas playas del levante menorquín, este tranquilo hotel rural sorprende por su antigua torre vigía y sus más de 100 hectáreas para pasear. Alcaufar Vell cuenta con 21 habitaciones amplias y confortables distribuidas entre la casa señorial del siglo XVIII y los anexos situados en la antigua lavandería y los establos de la propiedad. Después de una jornada conociendo la isla, podrás refrescarte en su piscina, degustar platos típicos en su restaurante o tomar un cóctel al aire libre.
Más información Hotel Alcaufar Vell. De Rusticae