Innsbruck, a vista de águila en su terraza de moda.

Su nombre, en alemán, significa Hotel de las águilas, y en cierto modo, de eso se trata. El Adlers no es solo el nuevo gran hotel de diseño de Innsbruck, sino también el edificio de mayor altura de la ciudad lo que, si tenemos en cuenta que sus dos últimas plantas las ha dedicado a albergar una coctelería con terraza, le ha convertido en el espacio de moda de la ciudad alpina.

El establecimiento comprende las últimas seis plantas de un edificio de líneas curvas completamente levantado en fibra de vidrio. Situado a apenas cinco minutos del centro histórico de la ciudad, cuenta con 70 habitaciones, entre las que se incluyen dos suites de hasta 130 metros cuadrados. En ambas, al igual que en las dobles, la decoración sigue las mismas líneas de diseño contemporáneo del inmueble, con muebles de firmas nicho en interiorismo y piezas de arte. Además, se combinan con piezas como sofás o butacones creados con materiales propios de los Alpes como el fieltro, que se inspiran en trajes típicos austriacos.

Uno de los puntos fuertes del Adlers es la gastronomía. Su restaurante panorámico se encuentra en la planta 12 (la última, la 13, es realmente un mirador con capacidad para 50 personas donde se pueden celebrar pequeñas fiestas o incluso tomar el sol si el tiempo lo permite). Ofrece una cocina internacional con toques de fusión, por lo que es posible degustar desde un pato a la brasa con setas shitake a una Lasaña de fresas con crema de mascarpone y Blue Curaçao.

Pero si por algo se ha convertido en el centro de la marcha de Innsbruck es, precisamente, por su terraza-bar, donde además se celebran fiestas de música house, discoteca de fin de semana, eventos privados… A partir de 6,50 €, lo que cuesta un Cosmopolitan, se puede pedir más de una treintena de cócteles, siendo los Daiquiris de frambuesa los más solicitados (8,50 €). No es fácil encontrar un hueco en la terraza al caer la tarde, ya que la puesta de sol desde el Adlers es deliciosa. Por la noche, un gran ambiente, incluso entre semana (de lunes a jueves, perfecto para una charla tranquila hasta el cierre).

A partir de 142 € (530 € en el caso de la Suite Presidencial), buen servicio en un ambiente de diseño que huye de los tópicos alpinos.