Golf en la mansión.

El norte de Yorkshire acoge un hotel muy especial: el resort Rockliffe Hall, considerado por muchos uno de los mejores de Reino Unido. En esta mansión de 61 habitaciones, los huéspedes disfrutan de todos los lujos. Con categoría de cinco estrellas, destaca especialmente por su campo de golf, que posee más de 7 kilómetros de recorrido. De hecho, es uno de los más largos de Europa, diseñado por Marc Westonborg y que ofrece hoyos únicos tanto para el golfista profesional como aficionado.

Situado a un paso de Durham, el edificio se levantó siguiendo los parámetros estéticos de las grandes mansiones del norte de Inglaterra, con un vistoso ladrillo rojo. La decoración mezcla muebles y estancias con detalles de los primeros dueños junto a otros elementos más modernos. Así, es posible encontrar pilares de mármol, vidrieras victorianas y detalles en vivos colores fluorescentes o arte abstracto en las paredes. La comodidad es el objetivo prioritario en cada habitación, siendo todas amplias y confortables, y con baños creados por la firma Villeroy & Boch.

En cuanto a gastronomía, el huésped debe elegir entre tres restaurantes a cual mejor: la Brasserie by Atkinson, el Clubhouse o el galardonado Kenny Atkinson at The Orangery. Sus cuidados menús de cocina internacional serán el mejor broche a un día de golf y spa. Y es que el balneario que posee en su interior, con 4.600 metros cuadrados, es otro de los puntales del Rockliffe Hall.

Allí es posible optar por una amplia gama de tratamientos de baños termales y cosméticos, incluida una sala de fangos, piscina de 20 metros, bañeras de hidromasaje y camas para recibir terapias con ondas sonoras. Todo ello regado con champán y zumos naturales recién exprimidos. Imposible estresarse.