Gilpin, un refugio de lujo en los lagos de Cumbria.

La región de Cumbria se corresponde con la esquina noroeste de Inglaterra, lindando con Escocia y con el mar de Irlanda. Con menos de medio millón de habitantes, se trata de esos rincones que permanecen ajenos a las excursiones, la masificación del turismo y la vida estresada. Sus seis distritos son un auténtico remanso de paz, aunque, claro, ninguno como el que se corresponde con el Parque Nacional del Distrito de los Lagos.

Considerada uno de las zonas más hermosas de toda Gran Bretaña, allí encontramos el punto más alto de toda Inglaterra: el Scafell Pike, con una altura de 978 metros sobre el nivel del mar. A su vez, es el Parque Natural más grande de Reino Unido y no para de acumular récords nacionales, pues también está el lago más profundo: el Wast Water. Allí las granjas, las colinas y los pueblos pintorescos se suceden en un ambiente único de aguas y frescas y puras.

Y es allí donde se encuentra precisamente un auténtico refugio de lujo: el Gilpin Hotel & Lake House. Perteneciente a la cadena Relais & Châteaux, es mucho más que un hotel con encanto. Cuenta con dos edificios pequeños. En el principal, las habitaciones son de una decoración sencilla pero moderna, seis de ellas con su propio jardín privado y jacuzzi de madera de cedro. En el otro, la Casa del Lago, hay seis suites que comparten un área privada de 40 hectáreas junto al lago, con piscina, sauna y spa.

En total, 14 habitaciones y 12 suites que se pueden reservar en tarifas de media pensión a partir de las 310 libras esterlinas (425 €/noche, aprox.). Y podemos sentirnos contentos de que vamos a tener una de las comidas importantes del día, además del desayuno, cubiertas, porque el chef del hotel es Hrishikesh Desai, uno de los cocineros de fusión hindu-británico más interesantes del panorama actual.

A un paso del lago Windermere, el Gilpin es un hotel familiar con más de 25 años de experiencia y tradición que convence al más exigente. Perfecto para evadirse y disfrutar de largos paseos en bici, a caballo o en canoa, así como caminar tranquilamente por el Parque Nacional.