El secreto de Mukul.
El primer hotel boutique de lujo de Nicaragua lo tiene todo: playa, naturaleza salvaje, golf y la mejor gastronomía centroamericana.
Pocos lugares del mundo pueden rivalizar en belleza con la Costa Esmeralda de Nicaragua. Éste ha sido el lugar elegido por el empresario Carlos Pellas para levantar el primer resort de Gran Lujo del país centroamericano, un complejo en el que no falta de nada, ni siquiera un excelente campo de golf que hará las delicias del jugador más exigente.
Diseñado por el arquitecto especializado David McLay, este campo de 18 hoyos permite practicar el deporte del ‘green’ rodeado de tamarindos, mangos y guanacastes, con increíbles vistas sobre los acantilados y las playas de fina arena dorada. Con riego natural gracias a diferentes arroyos, sus puentes y ‘paths’ se han creado con maderas locales y piedras volcánicas, en un afán por conseguir un desarrollo ecosostenible en las instalaciones.
Cuenta con diferentes tipos de alojamiento. Por un lado, 12 villas en la playa que quieren convertirse en un homenaje al mundo tropical. Para ello, además de candelabros artesanales, maderas locales y una decoración con toques precolombinos, no faltan los techos de paja o las duchas con efecto de lluvia de monzón. Cada una tiene su propia piscina privada y una terraza ajardinada y algunas de ellas, pensadas para albergar a una familia, incluso tienen cocina (desde 795 $/noche).
Por otro, los Bohios, unas suite junto a la Playa de Manzanillo que son como casas en los árboles, gracias a su integración en la foresta de la selva tropical. Muy espaciosas, hay 23 de ellas disponibles y se han diseñado de modo que sus grandes ventanales permitan unas vistas espectaculares desde cualquier punto de la habitación (a partir de 525 $/noche). Aunque la pieza estrella es la Casona Don Carlos, una mansión colonial de dos plantas que se corresponde con la residencia privada de la familia Pellas y que está considerada la Joya de la Corona de Nicaragua (6.300 $/noche).
Por si faltaran razones para querer disfrutar de este resort junto aguas turquesas y la mejor naturaleza virgen, su spa ha ganado el premio Virtuoso Award al mejor Spa de 2013. Compuesto por seis cabañas individuales, no hay recepción ni mostrador. Basta hacer la reserva y le acompañarán desde su habitación a la cabaña que le corresponde, donde se recibe el tratamiento con las mejores vistas y productos cosméticos de gran calidad. Un santuario de la relajación que podrán probar los afortunados que reserven una noche en Mukul, el nuevo paraíso de Centroamérica.