Una suite de 18.000 €/noche en el St. Regis de Dubái.

Si mañana decidieras celebrar tu boda en la magnífica sala de baile y fiestas del no poco impresionante St. Regis de Dubái podrás presumir de celebrar tu enlace en uno de los hoteles más lujosos del mundo. Sin embargo, no podrás afirmar que estás en el espacio más grande del mismo, ya que, aunque te parezca mentira, ese honor lo tiene una única habitación: nada menos que la Suite Imperial.

Recién inaugurada, no es una suite más en la más que ostentosa ciudad de Dubái. Se trata de un lugar que solo unos pocos del planeta se pueden permitir, y es que reservarla es posible solo si estamos dispuestos a desembolsar la cantidad de 18.000 € por noche, una cifra que supera, con creces a otras de hoteles homólogos de Emiratos como, por ejemplo el Burj Al Arab.

La suite es todo un hogar. Se distribuye por dos plantas en las que no hay detalle que no destaque por su elegancia palaciega. De hecho, si abriéramos los ojos directamente en alguno de sus salones, bien podríamos pensar que nos encontramos en el palacio de un jeque o en el propio Buckingham. Una escalera se encarga de conectar ambas plantas, decorada en madera oscura como buena parte del mobiliario principal.

Además de tres dormitorios, la Suite Imperial del St. Regis de Dubái cuenta con un gran salón de descanso, un comedor con una mesa principal para doce comensales, un estudio de trabajo y un área de zona de estar más elegante que el lounge de relax. Por supuesto, no falta el servicio exclusivo de mayordomos las 24 horas ni el aparato multimedia imaginable, como por ejemplo la presencia de grandes televisores HD en diferentes áreas.

Su decoración opulente está en consonancia con el resto del hotel, que no es un gran rascacielos, sino más bien un edificio de corte colonial, con toques neoclásicos en su fachada y que presenta un total de 234 habitaciones de estilo francés. Además, está a un paso de la famosa Jumeirah Beach y de la marina, así como del centro de la ciudad y del aeropuerto internacional.

Todo un ejemplo de opulencia y fastuosidad.