Así es el renovado hotel Puente Colgante de Vizcaya.

Tanto cuando viajamos por placer como cuando lo hacemos por trabajo tratamos de no perdernos los lugares más icónicos y esenciales de nuestros destinos, por ejemplo, resulta imposible visitar Vizcaya y no acercarse a ver su puente colgante puesto que se trata del primer puente transbordador de estructura metálica construido en el mundo; y dado que el puente colgante (Puente Bizkaia) es una visitar obligada… ¿por qué no alojarte junto a él? El hotel Puente Colgante no nos lo puede poner más fácil ni atractivo: acaba de realizar una reforma que lo ha convertido en un hotel con encanto y cuatro estrellas, eso sin renunciar a su magnífica ubicación: junto al icónico puente colgante, a solo 20 minutos del aeropuerto y del centro de Bilbao y a 10 de la playa más cercana.

El equipo de Lázaro Estudio ha sido el responsable de mantener el encanto de un edificio histórico y colonial, puesto que era la vivienda de estilo colonial que se construyó Manuel Calvo y Aguirre a su regreso tras hacer fortuna en La Habana, y hacerlo convirtiéndolo en un hotel de lujo y cuatro estrellas; el diseño del renovado hotel es colorista y cálido desde el azulón de su fachada a la paleta de amarillo, verde, gris o azul de su interiorismo; la madera y la cuidada selección de textiles recrean un ambiente cálido y confortable.

El Hotel Puente Colgante cuenta con 74 habitaciones con vistas al icónico puente y su interismo enamora desde sus papeles pintados con motivos tropicales hasta sus muebles e imponentes lámparas, piezas en muchos casos realizadas a medida para el hotel. En recepción se ha recuperado el antiguo ascensor del edificio, donde además se ha colocado una máquina de café de uso gratuito para los clientes.

En cuanto a la oferta gastronómica, es realmente sugerente: El Paladar es el nombre del bar restaurante del hotel, un espacio espectacular cuya iluminación ha sido fabricada a medida por Tao Lighting y en el que destaca la gran librería de roble y puertas de enea que lo separa del salón contiguo, una librería en la que además ocupan un lugar destacado diversas figuras de Guille García Hoz.

La coctelería Cronwell merece también toda nuestra atención porque destila el gusto de los clásicos locales clandestinos de los años 30 habaneros y además de servir una cuidada selección de combinados, ofrece conciertos en vivo de jazz y blues.