El punto a punto.
La lana y el cachemir dan forma también a prácticas chaquetas y jerséis muy ponibles.
No hay nada más apetecible y confortable que el punto en otoño. Y si las prendas llegan cargadas de colores y hechuras tan irresistibles como éstas de Lavand, no querremos ponernos nada más. Con tus vaqueros encaja siempre, pero sin ellos… también. Los jerséis gruesos se convierten en vestidos para lucir con leotardos gordos en tonos chillones que pongan algo de alegría al gris de la estación. La lana y el cachemir dan forma también a prácticas chaquetas y jerséis muy ponibles.
Para completar, una fantástica colección de gorros, manoplas, guantes y bufandas en tonos lisos, en rayas y a rombos, adornados con rosetones, flecos, borlas y botones.