Marimar Cabrera. Voz de cultura.
Creativa y curiosa y hoy, un importante motor cultural en su ciudad, Zaragoza.
La ve nacer una calurosa y veraniega Zaragoza de 1986; es creativa y curiosa, y hoy, un importante motor cultural en su ciudad, que saca a la luz, para fortuna de sus oyentes, cada día lo mejorcito que llega a la ciudad.
Licenciada en periodismo y experta en información cultural y periodismo digital, comienza su carrera por la puerta grande, en los informativos de RNE en Aragón, donde descubre su pasión por la radio. «Poder conversar con directores de cine, músicos, escritores e investigadores me parecía un trabajo fascinante, era abrir una ventana a sus personalidades y proyectos.»
Después, en Cadena SER Aragón, deciden contar con su acierto y empeño para el desarrollo de la información política, laboral, económica y de educación. El mismo año que el movimiento 15-M se abre paso en Zaragoza en la plaza del Pilar, donde pasó incontables mañanas cubriendo la noticia. «La crisis golpeaba con fuerza y familias enteras eran desahuciadas. El Hoy por Hoy se encargaba de recoger sus testimonios y me tocó narrar alguno en directo. Muy duro.»
Sentados frente a ella, vemos pasar una interminable cabalgata de referencias y colaboraciones, siempre de primerísima línea, en forma de un currículum trabajado con la dedicación de una lustrosa obra de arte. Una cabalgata de nombres y medios de comunicación que inevitablemente han bautizado una pluma profesional y justa como, opinamos, debería ser la de todo periodista.
De la mano de Carles Francino y Angels Barceló han llegado sus días más culturales y artísticos, y podríamos decir que Cabrera se encarga de dar empuje a las propuestas culturales más interesantes de Aragón, y de ahí que estemos aquí reunidos. Su empeño en estos días, además de dibujar los planes de ocio de la ciudad, se trata de hacer llegar lo mejor de Aragón a otras ciudades, de mostrarnos sus talentos y proyectos con la mejor cara y perfumados para la ocasión.
«Es una gran satisfacción contar los proyectos que se gestaban desde Aragón. Goya, Buñuel, el tesoro de la Aljafería, festivales de cine, teatro y danza, muestras de arte y fotografía.»
Aragón necesita a Cabrera como el pan de cada día: organiza eventos, congresos, va a la radio, cuenta todo lo bueno y lo mejor, y no deja día sin arte en la ciudad. «Siento que todos los magazines, suplementos y programas en los que coloco mi granito de arena tienen algo muy especial: la apuesta por la cultura, el buen hacer de los profesionales que lo llevan a cabo y mi admiración hacia muchos de ellos.»
Lleva más de un año y medio sin faltar, ninguna semana, a los teatros de Zaragoza. Teatros más alternativos como el Teatro de la Estación o el Teatro del Mercado, o de carácter más comercial como el Teatro Principal de Zaragoza. Es una cita para la que siempre hace un hueco, observando una afición que se ve, con el tiempo, recompensada.
La dejamos, con muchos proyectos apuntados en su libreta, con ganas de seguir con su otra pasión más allá de las letras, la fotografía, y haciendo cábalas para desarrollar algunas ideas unidas a los nuevos conceptos de narrativa transmedia (esto nos lo explicará otro día, nosotros también nos hemos quedado con la boca abierta).
Ella seguirá, sin dejar de aprender y de investigar porque está en su esencia, y con los ojos y oídos muy abiertos. No pasará sin narrar toda propuesta diferente y creativa que se le acerque. Embajadora de oro de su tierra, nos recuerda que queda hueco para el saber hacer entre letras y noticias, y que la cultura está para defenderla. Nuestra aragonesa más inquieta e inspirada, estará siempre, sin duda, en primera línea de batalla.