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cerrarLidia G: manufactura española.
Le Petit Paquebot, un proyecto, una empresa y un camino a medida para una pasión y un arte.
Esta alegre pelirroja cartagenera de 34 años, asentada felizmente en Madrid ha creado Le Petit Paquebot, un proyecto, una empresa y, en definitiva, un camino a medida para su pasión y su arte.
Referente absoluto en el mundo del handmade, es experta entre los expertos del ganchillo, de las lanas, del punto y de todo lo que, con aguja y esmero, se pueda ir entrelazando con gusto. Observa que aunque ahora se haya puesto de moda y sea “lo más chic” es una forma de creación que se ha hecho toda la vida y que ahora se ve, simplemente, impulsada por el consumismo excesivo al que estamos expuestos.
Nuestras abuelas ya lo hacían pero quizá entonces se le llamaba “necesidad” y no Do It Yourself.
Constante, trabajadora, y tenaz, se crió en una casa tranquila, capitaneada por un matrimonio trabajador, rodeada de sus hermanas. La vocación en este caso fue cuestión de genética, por lo visto saltó una generación, como las grandes herencias, pero sí, es cosa innata.
Para Lidia tejer es una mezcla entre orden y creatividad, un ejercicio de equilibrio entre la imaginación y la técnica. Hay que hacer cálculos, organizar formas y geometrías que van apareciendo, a veces espontáneamente, y siempre gracias a un esfuerzo lento y delicado. Lo más importante para ser un buen ganchillero es tener una gran capacidad de concentración, sin duda.
Afirma que el único obstáculo que le persigue para sacar adelante Le Petit Paquebot es el tiempo, ese monstruo incorregible que nos trae a todos de cabeza.
“El ganchillo aporta un aprecio por el trabajo hecho con paciencia y cariño, transmite cierta necesidad de parar este ritmo loco de comprar, usar y tirar sin valorar el proceso de producción, aquí todo tiene una historia detrás que la gente que lo compra la valora.”
Está acompañada día y noche por su libreta, en la que apunta sus ideas, sus proyectos y esos nuevos seres u objetos que creará, rodeados enteritos por puntos de lana. Al frente un camino lleno de iniciativas y planes, entre los que destaca la idea de sumergirse aún más, si cabe, en el universo del ganchillo para conocer sus orígenes. En el futuro se ve como ahora, rodeada de agujas, de lanas, de cosas bonitas y de sus amados amigos.
Un sueño: crear su propio punto en ganchillo.
Qué maravilloso el mundo de los sueños, con cada nuevo Talent descubrimos más y más quimeras y deseos, cada uno más singular que el anterior.
Lidia lo tiene claro: “Las tradiciones textiles son la herencia de nuestras culturas más cercanas.” así que alguien tendrá que ocuparse de que no se pierdan, digo. Podemos estar tranquilos, ella se encarga.