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cerrarIsabel Marías. Diseño floral.
Las flores año tras año vuelven a surgir de la tierra para aportar su granito de belleza...
Alzamos la bandera de la primavera, que ya está bien de fríos y lluvias, y damos la bienvenida a las flores, a las tardes de sol y a las apasionantes alteraciones sanguíneas consiguientes a las fechas. Isabel Marías, es el alma máter de Elisabeth Blumen, una firma de diseño floral exclusivo.
Bodas, editoriales de moda, pop ups, fiestas a todo lujo, regalos en la distancia y el sencillo, y siempre soñado, envío entre enamorados; las flores Blumen lo están invadiendo todo.
Reina de lo efímero, pues ningún ramo de flores dura más de diez días, o cómo dice la canción: “… jamás duró una flor dos primaveras”, Isabel hace guiños en sus composiciones a la época victoriana, recordemos el filme Una habitación con vistas, así como a la imagen que todos tenemos cuando entramos en sueños en un invernadero de cristal, o al estilo asilvestrado y desestructurado de algunas de las grandes floristas norteamericanas.
Como las grandes historias de amor, la de Isabel y sus flores, tuvo un comienzo inesperado y fortuito. Hace unos años, empezó a trabajar un día por semana en una floristería, después de llevar tiempo en el mundo del diseño y la moda, y fue allí, por aquel y no lejano entonces, dónde surgió el flechazo.
“A pesar de la fealdad o la tristeza que las rodee, las flores permanecen hermosas e incorruptibles, año tras año vuelven a surgir de la tierra, sea lo que sea lo que está pasando sobre ella, para aportar su granito de belleza.”
El día a día en la vida de la Señorita Blumen da para mucho, horas en el vivero divagando con sus esquemas mentales de color, encargos por aquí, reuniones por allá, visita a una novia y a sus sueños del ramo perfecto; o también, no hay forma de escapar, días enteros de contabilidad y redes sociales (ambas tareas el infierno de la mayoría de nuestros talents)
Apasionada de la lectura e investigadora nata, encuentra en los libros su mayor inspiración. Volumen que encuentra especializado en floristería, volumen con el que se hace; y de esto da fe, la extensísima biblioteca especializada que tiene en su estudio.
Le preguntamos el secreto de su facilidad para crear esas composiciones románticas, perfectas, que parecen recién salidas de un palacete inglés del siglo XIX, y nos habla de cierta sensibilidad para dar con la armonía de colores, texturas y formas, resaltando siempre la necesidad de grandes dosis de paciencia y delicadeza a la hora de tratar con las flores.
“Ahora mismo estoy disfrutando pensando en varios bodegones que tengo que preparar para realizar unas fotos que saldrán publicadas en el libro”New floral designers” de Thames & Hudson, me hace mucha ilusión»
Además de una excelente creativa y de una florista excepcional y, podemos decirlo, única; Marías ha levantado a golpe de ramo, una importante empresa. Comenzó, como ella dice, “a lo loco”. Tenía algo de dinero ahorrado, encontró un local que la cautivó y en quince días abrió su propia tienda. Los encargos fueron aumentando y el espacio pronto se le quedó pequeño, tuvo que mudarse a una nave más grande donde poder trabajar ampliamente y a su ritmo, lo que es hoy su actual estudio.
Sueños por conquistar: una furgoneta con letrero, una colección de jarrones, y crear el propio perfume de la firma.