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cerrarLedicia Sola.
Ella misma se define como constante y curiosa, impulsiva y muy pasional. Y su actitud ante la cámara lo reafirma.
Ledicia Sola es de esas personas a las cuales dejas de mirar durante solo un instante y cuando vuelves a fijar la vista en ellas ya se han puesto el mundo por montera. Dejó su Galicia natal para trasladarse a Madrid a estudiar arte dramático y de esos primeros años en la capital recuerda “la ilusión con la que llegas, pensando que te vas a comer el mundo, la ingenuidad y el creer que lo sabes todo cuando en realidad no tienes ni idea de nada”.
Pero ella, metódica y muy disciplinada, sí sabía lo que quería: triunfar delante de las cámaras y sobre un escenario de teatro. Y fue dando pasos firmes hasta llegar a esa meta que se había fijado, unos pequeños y otros más grandes. “Recuerdo muchos momentos y experiencias muy intensas en la escuela de arte dramático”, afirma la actriz sobre su primera etapa en Madrid.
En diciembre estrenó Los Fenómenos, película de Alfonso Zarauza en la que Ledicia interpreta a Nina. Pero ya se la vio en la serie Amar es para siempre de Antena 3, en Gran Reserva de TVE, en series gallegas como O Nordés y Os Atlánticos y en obras de teatro de la mano de directores como Michael Cacoyannis o Peter Stein, sin olvidar que apuesta por el teatro independiente con la compañía Metatarso y que en los últimos años ha participado en piezas en la madrileña sala Microteatro por Dinero.
Una trayectoria que sigue creciendo cada día desde que de pequeña tuvo claro a lo que quería dedicarse, “siempre quise actuar, cantar y escribir”. De esta profesión, sacrificada y bonita a partes iguales, le fascina “que cada día es diferente, es imposible aburrirte y no hay patrones marcados, cada uno hace su propio camino”. Pero si tuviera que quedarse con una de sus tres variantes: teatro, televisión o cine; sería una decisión prácticamente imposible. “La tele ha sido y es mi gran escuela, el cine es disfrute en sí mismo, no hay nada que me guste más que un rodaje, y el teatro es donde más aprendo sobre todo a nivel personal, tanto de las historias como de los buenos personajes”.
La hemos visto, entre otros roles, meterse en la piel de Alicia, Mónica, una misteriosa Sofía Salgado o Montse, personajes muy distintos que siempre afronta “con fe ciega y entrando de lleno en la historia, pensando en lo que nos podemos aportar mutuamente”. Le queda por interpretar a una femme fatal de los años 40, en la que estamos seguros, desprendería el mismo encanto del que hace alarde en cada proyecto. Y confiesa que suena con ponerle música a sus canciones para así poderlas cantar en un futuro. Quién sabe, quizás algún día además de abrir bien los ojos para verla actuar debamos cerrarlos para disfrutar de su música.