Un universo ecológico llamado Ami Iyök.

Porque aunque el nombre no te permita adivinar su origen, Ami Iyök es una marca española, nacida de la mano de Elena Alarcón, y que tiene su inspiración en la selva costarricense.

Allí habita el grupo étnico Bribrí, que aún hoy sigue aprovechando los recursos de su madre tierra, a la que llaman Ami Iyök, en favor de la belleza. Qué mejor nombre para una firma de cosmética natural y orgánica certificada que trabaja aliándose e investigando sobre los activos beneficiosos que brinda la propia naturaleza.

Las fórmulas, tanto en su composición como en sus componentes, están libres de GMO, parabenos, derivados del petróleo, fenoles, ftalatos o cualquier activo que no haya sido extraído bajo un proceso enzimático respetuoso con las propiedades de las materias primas. Sus ingredientes son 100% de origen natural y de cultivo biológico controlado.

Esta filosofía se extiende al diseño, ya que utilizan un packaging fabricado en madera de chopo, plegable y reutilizable. El comercio justo y la lucha contra la experimentación animal son también otros brazos del proyecto Ami Iyök en la línea de su compromiso con el planeta y lo social.

Y hablemos de cosméticos. La firma cuenta con productos pensados para la limpieza y la tonificación, la hidratación y nutrición facial de diferentes tipos de piel o tratamientos corporales (body butter, anti-celulítica y un aceite solar que disimula todo). Además, algunos productos específicos como el sérum facial matificante y unificador, un sérum reparador para el contorno de ojos y un complejo orgánico anti-acné.

Centella asiática, Ginseng, Monoi de Tahití, Aceite de Macadamia, Aloe Vera, Cera de abejas, Aceite de Oliva, Hamamelis o Ginkgo Biloba… Todo esto y más es lo que se esconde tras Ami Iyök, una firma que por diferente y comprometida merece la pena descubrir.