La belleza de lo inesperado.
Giorgio Armani revoluciona el mercado de los labiales con Lip Maestro y su color retroiluminado.
Cuando se le pregunta a Linda Cantello, Make Up Artist de Giorgio Armani Cosmetics, si existe alguna regla para conjuntar los labiales con el color de la piel o si todas podemos llevar una barra de labios de color rojo, responde: “Solo hay una regla en el maquillaje: ser atrevida. La auténtica belleza suele proceder de lo inesperado”. Con respecto al rojo, matiza: “Cuando creamos Rouge d’Armani 400 dimos con el rojo perfecto porque es un rojo auténtico, ni demasiado naranja ni demasiado rosa, por lo que sienta bien a cualquiera”.
En vista del éxito del tono, decidieron que lo que había que mejorar era la fórmula. Y si eres de las que piensan que ya estaba ya todo inventado en materia de labiales, verás que estás equivocada. Aún quedaba una plaza, al menos una, vacante, que ha venido a llenar Giorgio Armani Cosmetics con su Lip Maestro, un producto sencillamente magistral. Este maquillaje se encuentra a la vanguardia de los labiales y ha sabido conjugar lo mejor de todo lo existente: la sensualidad de un gloss y la textura de una barra. A la vez, corrige los excesos de ambos: no resultan tan artificial (ni incómodo…) como el brillo ni tan mortecino como los colores mate. ¿Y cómo queda? Su efecto solo se puede describir así: luminoso.
Su textura de gel aterciopelado hace que la esponjita expendedora resbale sin problemas sobre la delicada piel de los labios dejando a su paso una estela lacada que transfiere un volumen increíble. La sorpresa viene a continuación: al presionar un labio contra otro, gesto imprescindible que remata el maquillaje dándole un toque natural, viene lo inesperado. El color queda sublime y la sensación es la de llevar los labios hidratados pero sin producto alguno. Esa es la clave de Lip Maestro: extremadamente cubriente pero confortable, es ligerísimo y en absoluto pegajoso. La clave del acabado luminoso que te comentaba procede de una tecnología patentada por la casa italiana que consiste en la retroiluminación que, traducido al lenguaje de andar por casa, significa que la luz que recibes interactúa con los pigmentos de la fórmula haciéndola rebotar, intensificando el color y añadiéndole proofundidad.
Por lo demás, el formato es una pasada y el gesto de retocarse se vuelve tan sumamente placentero y femenino que no vas a parar de usarlo una y otra vez, lo cual resulta del todo innecesario porque otra de las virtudes de Lip Maestro es su resistencia. Disponible en 12 tonos (aparte, por supuesto del Rouge 400), cuesta 30,10 euros.