El ataque de la mujer pantera.
Dior rescata en sus maquillajes uno de sus temas fetiche: el estampado leopardo.
En febrero de 1947, Christian Dior presentó al mundo dos líneas que marcaron un antes y un después en la historia de la moda. Se trataba de Huit y Corolle, dos tendencias que inauguraban la que se conoció como la era del New Look. Pero hubo una hermana pobre en aquella fiesta. Otra propuesta que también exhibía el modisto por primera vez y que también se convertiría en uno de sus temas fetiches, una inspiración que ha sobrevivido al paso de los años atravesando épocas de gloria y otras de olvido. Se trata del estampado pantera o leopardo.
Mitzah Bricard, amiga, musa y confidente del francés, luciría en adelante a diario un accesorio adornado con este print animal: un pañuelo, un brazalete, un bolso de mano… La casa de Alta Costura ha realizado desde entonces varios guiños al estampado leopardo y pantera, reinterpretándolos una y otra vez.
Golden Jungle, la nueva colección de maquillajes de Dior es un nueva vuelta de turca a este diseño. La estrella de la colección es el tono dorado, el colmo del glamour. Para camuflarse en la selva urbana, Golden Jungle propone tonos canela para la piel; palo de rosa, pardo cobrizo, rojo abrasador y burdeos profundo para los labios y tonos caqui y verde militar para las uñas, además de un top coat que recrea en ellas el efecto piel de cocodrilo. Pero el producto más llamativo es la paleta Golden Jungle, trío de sombras con acabado mate, perlado o iridiscente.