Prosopagnosia… no te reconozco
La prosopagnosia o 'ceguera de rostros' es un extraño trastorno que impide reconocer las caras conocidas.
¿Qué ocurriría si te miraras en un espejo y la persona a la que ves reflejada te es totalmente ajena físicamente? Como si no reconocieras tu propia imagen, esto es lo que les ocurre a las personas que sufren un grado grave de prosopagnosia. La prosopagnosia o ‘ceguera de rostros’ es un extraño trastorno que impide reconocer las caras conocidas, porque el cerebro no es capaz de interpretar la información que recibe a través de la vista.
El término prosopagnosia deriva del griego prosopon que significa “cara” y agnosia que es la “ausencia de conocimiento”, es decir esta patología fundamentalmente es la dificultad del reconocimiento de caras. Un tipo de alteración perceptiva, concretamente un tipo específico de agnosia visual, que es selectiva ya que lo que no se reconoce son las caras, inclusive de seres cercanos o en caso más graves de uno mismo, pese a ser conscientes de que los rostros tiene diferencias entre si y ver las diferentes partes de la cara y reconocerlas, pero no puede identificar de quien se trata, es como si hubiera una desconexión entre lo que los ojos ven y lo que el cerebro tiene que interpretar.
Es una enfermedad que puede ser congénita o adquirida, generalmente es provocada por una lesión cerebral bilateral como resultado de un accidente cerebrovascular, también puede deberse a un tumor cerebral, traumatismos craneoencefálicos o por infecciones que afecten al Sistema Nervioso Central.
Aunque no se dispone de tratamiento, si se pueden llevar algunos tipos de estrategias por parte del paciente para atenuar los contratiempos que ocasiona esta patología, es decir, para compensar el déficit, así se suelen valer de técnicas adaptativas como un rasgo característico de la persona, el tipo de voz, sus gestos, el contexto en el que se encuentra, etc…
Esta patología está considerada como un enfermedad rara, incluso hay enfermos que desconocen que la tiene, en el caso de los de origen congénito, ya que hasta la edad adulta pueden no llegar a ser conscientes de que lo que hacen para el reconocimiento son utilizar técnicas o estrategias que suplen la falta de interpretación por parte del cerebro, estos casos son un ejemplo de como el ser humano se adapta a cualquier tipo de circunstancia.