El enredo de la bolsa y la vida.

Carcajadas, misterio e intriga se mezclan en "El enredo de la bolsa y la vida", la última obra de Eduardo Mendoza.

¿Quieres pasártelo bien? ¿Quieres tener un rato francamente entretenido, riéndote y sintiéndote el protagonista de un gran enredo policial? Bueno… mejor que no te identifiques con el protagonista. No digas que no te he avisado.

Pero ven, vente conmigo, que vamos a ir a una peluquería de Barcelona, ahora que su dueño no está. No creo que tarde demasiado. Se encuentra hablando con Rómulo el Guapo, que le está proponiendo el golpe de su vida. Rómulo el Guapo es un antiguo compañero del centro penitenciario para delincuentes con trastornos mentales, lugar donde dio con sus huesos el ilustre detective que desentrañó el misterio que encerraba la cripta embrujada, el laberinto de las aceitunas o la aventura del tocador de señoras. La peluquería te va a encantar y más aún el bazar chino de enfrente en el que se halla un personaje único, una especie de bolsa de basura con zapatillas, tal y como nos lo describe el detectivesco regente de la peluquería.

¡Impresionante, eh! Pues esto  no es nada comparado con lo que te vas a encontrar si me acompañas. Vamos a escondernos en la trastienda, que aquí van a ocurrir cosas asombrosas. Fíjate, para empezar, que nuestro amigo ha rechazado la oferta de Rómulo el Guapo. No quiere meterse en líos. Sin embargo, su destino es la pesquisa y la búsqueda de pistas de los misterios que le persiguen a lo largo de su vida. De momento, Rómulo el guapo ha desaparecido sin dejar rastro obligando a una desconsolada hija adoptiva, Quesito, que prefiere que la llamen así antes que por su verdadero nombre: Marigladys…  A lo que íbamos, Rómulo el Guapo ha desaparecido y la responsabilidad de su aparición va a recaer en nuestro protagonista.

Como no tiene ni un céntimo, ni clientes que estén dispuestos a solventar su mísera situación, no le queda más remedio que dar rienda suelta a su magistral imaginación para hacerse con un equipo digno de lo más granado de las películas de Santiago Segura; a saber: la mencionada Quesito, el Pollo Morgan – timador profesional –, un africano albino llamado Kiwijuli Kakawa – el Juli para los amigos –, la Moski – acordeonista callejera –, el repartidor de Pizza Manhelik y el dueño de un restaurante, el señor Armengol. ¿El nombre del restaurante…? Se vende perro. Ahí es nada.

La trama está servida, pero nada comparado con lo que te vas a encontrar si sigues acompañándome. Con todo el dispositivo humano puesto en marcha, repartidas las funciones y establecidos los estratégicos puestos de vigilancia más oportunos, la investigación comienza y da un tremendo giro con la entrada en escena de una temible inspectora Victoria Arrozales,  del negociado especial de terrorismo y atentados.

Si continúas acompañándome va a ser peor, porque ya me he excedido en lo que estoy contando y no quisiera estropear el final de esta hilarante historia que Eduardo Mendoza ha escrito con la maestría que le caracteriza. Es muy complicado hacer reír, y más aún cuando intentas provocar risa a través de un texto. Carcajadas, misterio e intriga se mezclan en la última obra de Eduardo Mendoza convirtiéndose en una increíble medicina para tomarse con una sonrisa – o algo más – la crisis que azota Europa. El rey de la sátira vuelve con El enredo de la bolsa y la vida.

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Fecha de publicación: 10/04/2012
272 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-322-1000-6
Formato: 13,3 x23 cm.
Presentación: Rústica con solapas
Colección: Biblioteca Breve

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