Verde sobre gris, blando sobre duro.
Éstas son las consignas de Emilio Ambasz, argentino, arquitecto, diseñador gráfico e industrial.
Éstas son las consignas de Emilio Ambasz, argentino, arquitecto, diseñador gráfico e industrial. Considerado como el precursor de la arquitectura verde en el libro
de James Wine “Green Architecture”, sus obras son manifestaciones de una conciliación al tiempo urbanita al tiempo medio ambiente.
Su trayectoria profesional respira de un profundo respeto por la naturaleza, y de un “devolver” cada metro que le devoramos. Su táctica es así de literal, aunando arquitectura y paisaje, aprovechando al máximo el suelo y aportando grandes zonas de jardines públicos interiores y exteriores.
Como arquitecto adquiere un compromiso social y medioambiental, proponiendo nuevas fórmulas de existencia. Una conjunción armoniosa hombre-naturaleza-construcción que apuesta por la sostenibilidad ecológica.
Verde, verde, quiero verde, en hospitales, invernaderos, rascacielos, viviendas, edificios de oficinas o grandes almacenes. ¿Qué no?, miren: Fukuoka Prefectural International Hall (Japón), un espacio verde abierto que integra oficinas, teatro, exposiciones, con más de cien mil metros cuadrados y en forma de jardín colgante. Otros son El Hospital dell’Angelo (Mestre-Venecia, Italia, 2008), invernaderos para el Jardín Botánico de San Antonio (Texas, EE.UU., 1982), el Mycal Cultural and
Athletic Center (Shin-Sanda, Japón, 1990) o La Casa de Retiro Espiritual (Sevilla).
Todo esto podemos verlo ahora en El Museo Reina Sofía. «Emilio Ambasz. Invenciones: arquitectura y diseño” es la primera retrospectiva organizada en España (después que el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York le dedicara dos selectas en 1989 y 2006).
Una muestra que comprende maquetas, dibujos, fotografías y material audiovisual de sus principales trabajos arquitectónicos. También se exhibe su obra como diseñador gráfico e industrial, teniendo ejemplos tan característicos como las sillas Vertebra (1974-75) o Lumb-R (1981), la linterna Polyphemus (1983) o la lámpara Logotech (1984).