Léxico familiar: Paula Rego en la Virreina.
Heredera del expresionismo de Goya y la mordacidad de Hogarth, Paula Rego ha configurado, durante más de medio siglo, una persistente fábula sobre la naturaleza humana.
Hay en la obra de Paula Rego grandes dosis conscientes e inquietantes de pintura de género. Conscientes porque ha puesto, desde sus inicios, especial énfasis en el uso del arte como herramienta frente la herencia patriarcal. Inquietantes por las formas y los gestos; por los escenarios a veces sombríos, otras sembrados de figuras mitológicas, animales y personajes en actitudes desafiantes.
Afincada en Londres desde los 16 años y con seis décadas de pintura a sus espaldas, la artista portuguesa se ha esforzado por ahondar en la naturaleza femenina. Mediante metáforas y exabruptos, cruzando relatos literarios y vivencias personales, Rego ha ido confeccionando un imaginario enérgico y rebelde, poblado por seres que saltan del estupor a la indisciplina, de la frialdad a la violencia.
Las mujeres desempeñan un papel absolutamente protagonista en la obra de Paula Rego. Se trata de un universo plagado de reivindicaciones donde el dolor y el abandono a veces toman las riendas. Pero también los dilemas, los secretos, la rabia, la realidad más desnuda.
No obstante, el relato que la pintora compone sobre ellas se aparta del tradicional paternalismo, para dibujar un tipo de mujer indómita, activa. Mujeres que organizan su descontento o su placer, toman la palabra y se apoderan de la acción. Y lo hacen ignorando el veredicto masculino, rechazando una belleza canónica y la honorabilidad discriminante, ambas asociadas con el arquetipo del cuerpo juvenil y con el mito de la madre procreadora o la esposa solícita.
Sin abandonar nunca la pintura figurativa, el binomio dominio-dependencia, el combate contra la injusticia social, la sexualidad constreñida, el moralismo, la hipocresía son elementos que aparecen de manera cíclica en su obra, otorgándole un cierto deje existencial. Sin embargo, la evolución artística de Paula Rego es un ir y venir de disparidades y reformulaciones. Si al principio se dejó seducir por un lenguaje cercano a la abstracción, pronto se aproximó a la llamada Escuela de Londres. Por ello, etiquetar su trabajo es tarea harto compleja. Pese a ello, los expertos la sitúan entre el expresionismo de Goya, el sarcasmo de Hogarth, las atmósferas turbadoras de Balthus y la obscenidad refinada de Klossowski.
Tomando el título de la novela homónima de Natalia Ginzburg, La Virreina de Barcelona presenta Paula Rego. Léxico familiar. Una exposición que recorre seis décadas de la obra de Paula Rego, desde dibujos de los cincuenta a proyectos actuales pasando por sus series dedicadas al aborto, a Jane Eyre, de Charlotte Brontë y a Misericordia, de Galdós. También recoge sus piezas inspiradas en el teatro (El hombre almohada) de Martin McDonagh, haciendo de este modo hincapié en la permeabilidad y heterogeneidad de sus influencias. Igualmente insiste en su personal exploración de los espacios femeninos, la zoología que habita sus cuadros o la historia política de Portugal.
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Paula Rego. Léxico familiar. La Virreina. Centre de la Imatge. La Rambla, 99. 08002 Barcelona. Del 8 de julio al 8 de octubre de 2017. Comisario: Valentín Roma.
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