Miralda Madeinusa: la gastronomía llega al MACBA.

Ha hecho del banquete su universo creativo, indagando en los rituales y simbolismos del acto de comer a través de sus proyectos. Su obra roza la etnología y la antropología. Se acerca a las diferentes culturas a través de las ceremonias asociadas a la comida, las maneras de alimentarse. También utiliza los alimentos para expresar sus inquietudes, su rebeldía frente a la especulación y las injusticias sociales. Antoni Miralda nace en Tarrasa en 1942, donde crece en el ambiente industrial urbano de la época. Aunque comienza su trayectoria artística en nuestro país —con un marcado carácter pacifista—, pronto (en 1966) se muda a París, donde abandona el collage, la performance y la galería. Allí descubre la calle, el color y la comida como referente cultural y forma de expresión artística. Pero es el Nueva York de los setenta el que actúa como catalizador hacia el universo del festín.

Cuando Miralda llega a Estados Unidos en 1971, se encuentra un país inmerso en la Guerra de Vietnam y el escándalo del Watergate. Sacudido por diferentes movimientos políticos y sociales, sus calles son un hervidero de protestas a veces violentas. Lejos de sentirse intimidado, conecta bien con ese laboratorio, mezcla de culturas y aires de libertad, iniciando así una nueva etapa artística basada en la ceremonia colectiva. Miralda apuesta por el espacio público y la convivencia, el carácter efímero, el espíritu crítico y poético, y también el humor. Su primera acción, Sangría 228 West B’Way (1972), contó con un centenar de participantes. Después llegaron los desfiles, las carrozas, las ceremonias colectivas. Y la fama.

Ya en los 80, Miralda y Montse Guillén transforman el antiguo restaurante Teddy’s en El Internacional Tapas Bar & Restaurant. Un experimento integrado de cocina y arte site-specific que aglutinó toda la iconografía de Miralda. Con una réplica a tamaño natural de la corona de la estatua de la Libertad en lo alto del edificio, el primer auténtico bar de tapas neoyorquino pronto se convirtió en icono del downtown de Manhattan, visitado por actores y artistas como Basquiat, Warhol o Robert de Niro.

El MACBA acoge Miralda Madeinusa. Una exposición que analiza los años americanos del artista catalán, plenamente integrado en contexto social neoyorquino. A partir de su archivo personal, se reconstruyen algunas de sus instalaciones más destacadas de la época que permiten adentrarse en la génesis de su trabajo y recorrer una trayectoria de casi tres décadas. Para ir abriendo boca, la muestra se inicia con una de sus más célebres instalaciones, la Santa Comida. Presentada en 1984 en el Museo del Barrio (Nueva York), se reinterpreta en el MACBA de acuerdo con las características del espacio de la Capella del museo. Se trata de una obra icónica que reflexiona sobre las relaciones de imposición del cristianismo a través de la simbología de la ofrenda y la comida.

Otro de los platos fuertes es Honeymoon Project (1986-1992). Un extenso trabajo basado en el enlace imaginario de la estatua de la Libertad en Nueva York y el monumento a Colón en el puerto de Barcelona. El pan tampoco puede faltar en ningún banquete que se precie. De ahí que Breadline (1977), esa monumental hilera de panes presentada en el Contemporary Arts Museum de Houston como símbolo de las colas para el reparto de pan en los tiempos de la recesión, se alce también como elemento imprescindible.

Además el museo recrea algunos espacios de El Internacional Tapas Bar & Restaurant, donde los visitantes podrán probar un cóctel y una tapa originales del mítico restaurante neoyorquino.

+

Exposición organizada y producida por el MACBA Museu d’Art Contemporani de Barcelona. Comisario: Vicent Todolí.

Horario activación de «El Internacional»: viernes y sábados, de 17 h hasta el cierre del museo, excepto: 24/12, 31/12 y 6/01.