Joana Vasconcelos: un verano en Guggenheim Bilbao.
A través de la construcción de imágenes chocantes y directas, Joana Vasconcelos aborda temas sociales que van desde la inmigración a la violencia de género.
El Museo Guggenheim Bilbao presenta la exposición Joana Vasconcelos. Soy tu espejo, una selección de treinta obras realizadas entre 1997 y la actualidad por la artista portuguesa más internacional. La muestra incluye una instalación concebida específicamente para el Atrio del Museo y otras obras de nueva creación que permiten sumergirse de lleno en el universo de una artista con una visión directa y humorística del mundo, pero también muy crítica con la socio-política propia de las sociedades consumistas, postcoloniales y globalizadas.
Aunque a través de su obra la artista portuguesa explica sin esfuerzo aparente muchas de las contradicciones de nuestra sociedad, algunos de sus trabajos esconden una extraordinaria complejidad. Y es que la confección de sus obras, Vasconcelos utiliza enorme variedad de materiales cotidianos como electrodomésticos, azulejos, telas, cerámica popular, botellas, medicinas, urinarios, duchas, utensilios de cocina, teléfonos, coches o cubiertos de plástico. El sentido del humor siempre está presente y las piezas sugieren significados abiertos y no dogmáticos, lo que las acerca a las propuestas de la estética relacional de finales de los 90.
La identidad femenina, su posición como mujer artista portuguesa y europea son algunos de los elementos recurrentes de su imaginario que explora de manera sencilla le irónica, salpicada de metáforas y alusiones veladas. Una de las obras más llamativas de la exposición, Marilyn, consiste en un par de zapatos de tacón de aguja realizados a base de ollas de acero inoxidable, mientras que Call Center es un enorme revólver negro realizado con teléfonos de baquelita que emite una enérgica y sorprendente sinfonía electroacústica, creada para la obra por el compositor Jonas Runa a través la manipulación de los timbres de los teléfonos.
La exposición es una ocasión única para ver nuevas piezas concebidas específicamente para la misma, entre ellas I’ll Be Your Mirror, una máscara veneciana gigante compuesta por espejos enmarcados en bronce o Solitario, un descomunal anillo de compromiso fabricado con llantas de coche doradas y vasos de whisky de cristal. Una vez más, estos trabajos exploran la identidad de formas diversas, apropiándose de manera jocosa de imágenes de Marcel Duchamp y de las obras en cerámica del portugués Bordalo Pinheiro, que Vasconcelos envuelve en labores de ganchillo.
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