El hilo de Sybilla parece invisible en la sala Canal.

Invisible, aunque no tanto. Porque es ese hilo aparentemente  la guía de la muestra que la Sala Canal de Isabel II dedica a la diseñadora española Sybila. Y es esa fibra cuyos extremos se desenrollan a lo largo de cinco secciones (una por planta) la que cose las  cuatro décadas de su trabajo. El hilo que hilvana, El hilo que urde, El hilo que trama, El hilo del tiempo y Un hilo de voz. Como colofón, en la cuba de la Sala Canal de Isabel II, un vídeo íntimo ahonda en su universo creativo.

La obra textil de Sybilla está teñida de los estados personales y creativos por los que ha transitado. Cómo ha cambiado y evolucionado su gama cromática, los tejidos elegidos —cada vez más nobles— y la técnica de su propuesta han determinado un trabajo de inmensa complejidad y maestría. No en vano forma parte de los grandes couturières de la historia de la moda. La exposición pretende mostrar los lenguajes articulados por ese hilo invisible que da coherencia a todo el imaginario de Sybilla.

El hilo invisible incluye piezas de diversa índole, soporte y formato. Desde prendas de hasta imágenes de sus colecciones, catálogos, invitaciones, desfiles y artículos de prensa que ayudan a la comprensión del contexto de la artista. Alrededor de 80 conjuntos de indumentaria y otros 80 documentos contextualizan el universo de la diseñadora.

Tirando del hilo, la exposición desarrolla la evolución de la creadora que no es lineal ni ordenada, sí sostenida en el tiempo. Como la narradora de historias que siempre ha sido sus hilos han ido tejiendo un lenguaje propio (o varios), atento al detalle, al trampantojo y al juego visual. Alrededor de la sensualidad y la belleza, la obra de Sybilla evoluciona a la par que sus vivencias. En esta exploración constante, encuentra en las texturas y el color dos grandes apoyos.

Llegando al hilo del tiempo, la documentación de esta sección corrobora la transformación de un universo creativo que mantiene los códigos iniciales. Fotografías, prensa, publicaciones, catálogos, invitaciones y archivos digitales muestran con detalle su proceso creativo, su magnetismo personal y la maestría con la que traslada al diseño su experiencia vital.

Sybilla Sorondo Mielżyńska (1963) comenzó su trayectoria en los años 80, como parte del movimiento conocido como La Movida madrileña. Su obra irrumpe entonces como una explosión de modernidad en el ámbito del diseño español. A finales de la década firma contratos con Italia y Japón, dando el salto a la moda internacional. Sus colecciones de los 90 tuvieron mucha presencia en la prensa especializada nacional e internacional. Sybilla fue la única diseñadora española a la que Louis Vuitton invitó en 1996 a crear un diseño en el centenario del logotipo Monogram, sello de la firma.

En la actualidad, Sybilla produce tres marcas en Japón que incluyen líneas de prêt à porter, decoración y complementos, con más de 40 puntos de venta.