El expresionismo abstracto seduce en la Royal Academy of Arts.
La Royal Academy of Arts de Londres acoge la primera gran exposición en Europa dedicada Expresionismo Abstracto desde hace más de seis décadas.
Con obras maestras de Pollock, Gorky o Rothko, la Real Academia de las Artes de Londres reúne a los genios del expresionismo abstracto. Una amplia muestra que explora las diferentes vertientes del movimiento que dominó el panorama artístico de los EEUU tras la segunda Guerra Mundial. Aunque, a menudo se ha presentado esta corriente como un fenómeno cultural unificado, la realidad demuestra lo contrario. Es cierto que bajo el término expresionismo abstracto es habitual referirse a la pintura nacida en Estados Unidos durante los años cuarenta en torno a la ciudad de Nueva York. Sin embargo, el trabajo de estos creadores responde a sus diversos orígenes, el contexto histórico que les tocó vivir y su propia experiencia personal. Un fenómeno complejo, fluido, poliédrico, explica David Anfam, comisario de la muestra londinense.
Formatos monumentales, cromatismo limitado, ausencia de figuración, trazos violentos, emociones de alto voltaje. Son algunas de las características comunes de esta nueva forma de expresión artística dominada por el conflicto, que convirtió Nueva York en la capital del arte de mediados del siglo XX. Y ya. Pues, a diferencia de lo sucedido antes con el cubismo y el surrealismo, el expresionismo abstracto no parece seguir una fórmula fija. Dicha diversidad —entendida como la celebración de la libertad individual del artista— es el hilo conductor de la exposición londinense. «Reevaluar» el fenómeno, su objetivo primordial. De hecho, la exhibición revela cómo el expresionismo abstracto fue mucho más que la típica (y simplista) división entre “color-campo” (color-field painting) o “pintura de acción” (action painting).
Por ello, las 160 piezas que conforman la muestra repartida en doce secciones, se ordenan según criterios temáticos; sin perjuicio de las salas monográficas dedicadas a los grandes nombres, que se configuran como el corazón de la misma. Y es que es casi imposible resistir el embrujo de las dos obras icono de Pollock —el inmenso mural que pintó para Peggy Guggenheim y el célebre Blue poles— enfrentadas por primera vez en un mismo espacio. Como lo es contemplar las emociones humanas (la tragedia, el éxtasis, la fatalidad) que Rothko dejaba intuir entre sus geometrías monocromáticas. Nombres como Gorky, Philip Guston, Willem de Kooning o Franz Kline, disfrutan también de un espacio distinguido. Y las mujeres —Helen Frankenthaler, Lee Krasner, Joan Mitchell, Louise Nevelson— a la vanguardia del movimiento. La última sala refleja los diferentes caminos que tomaron algunos de estos artistas al final de su carrera.
Igualmente, la exposición se nutre de escultura, collage y fotografía. Pues no sólo se traba de pintar.
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Expresionismo Abstracto. Royal Academy of Arts. Del 24 de septiembre 2016 al 2 de enero 2017. Comisario: David Anfam.
Posteriormente se trasladará al Museo Guggenheim Bilbao, donde permanecerá entre el 3 de febrero y el 4 de junio 2017.