Museo Guggenheim Bilbao: Bill Viola y la noción del tiempo.
El Museo Guggenheim Bilbao presenta 'Bill Viola: retrospectiva', un recorrido temático y cronológico por la trayectoria de uno de los pioneros en el desarrollo del videoarte.
Fue a raíz de su participación en el programa de Estudios Experimentales de la Universidad de Siracusa cuando Bill Viola (Nueva York, 1951) comenzó a experimentar con el videoarte. Una actividad extravagante a principios de la década de los setenta que pronto vinculó a inquietudes personales como el misticismo, la poesía y las filosofías orientales y occidentales.
Desde entonces, Viola ha desempeñado un papel fundamental en el origen, la evolución y el desarrollo de las tecnologías audiovisuales como medio de expresión artística. Desde la emoción y la intuición, el artista neoyorquino explora, dibuja, anota… A menudo no comprendo lo que estoy haciendo hasta que adquiere forma sobre el papel, confiesa. Es entonces cuando la obra empieza a revelarme sus misterios.
Este método creativo le acompaña desde su época de estudiante. Al igual que su interés creciente por la memoria, la evolución, el dolor, el paso del tiempo, el nacimiento, la vida, la muerte…, convencido de que el arte es el medio para avanzar en el conocimiento más profundo de la existencia humana. Y el vídeo la herramienta para expresar y materializar sus indagaciones íntimas. También la música y la grabación de sonidos son parte esencial en la vida y obra de un artista sofisticado que explora la espiritualidad a través de la imagen y el sonido.
El Museo Guggenheim Bilbao presenta Bill Viola: retrospectiva, un recorrido temático y cronológico por la trayectoria de uno de los artistas más importantes de nuestro siglo, y los aspectos fundamentales que definen su carrera.
La muestra, que abarca desde las obras que Viola gestó en los años setenta —cuando inicia su relación con el vídeo— hasta sus últimas videoinstalaciones monumentales, permite conocer la evolución temática en su producción. Pero también lo más recóndito de su alma. Y es que, a través de las veintisiete obras seleccionadas, el espectador descubre la esencia del artista y su relación con conceptos metafísicos complejos.
Sin embargo, Bill Viola no busca respuestas. A través de sus trabajos formula preguntas fruto de sus reflexiones e inquietudes humanistas. Aunque utiliza la tecnología más avanzada, procura no hacer alarde de ella, pues su idea incide en la percepción y la experimentación. No obstante, los avances en este campo han permitido al autor crear instalaciones colosales como Avanzando cada día, una de las estrellas indiscutibles de la muestra y la de mayor envergadura que Viola ha emprendido hasta la fecha.
Creada por encargo del Deutsche Guggenheim de Berlín, Going Forth By Day (2002) se estructura en cinco proyecciones en alta definición, inspiradas en El libro de los muertos egipcio. En ella se exploran temas —la individualidad, la sociedad, la muerte y el renacer— recurrentes en la trayectoria del artista.
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Bill Viola: Retrospectiva. Hasta el 9 de noviembre en el Museo Guggenheim Bilbao. Comisaria: Lucía Aguirre.