¡Dorada, sí! Pero protegida.

El calor, la luz, los días eternos, las playas sin fin…, ¡cómo nos gusta el verano! Y el sol, claro. Nos encanta el sol y ponernos morenitos porque hay qué ver lo guapos que estamos todos con la piel bronceada.

Y sí, el sol, el astro rey venerado y adorado desde que el mundo es mundo, nos llena de energía y calor pero puede convertirse en el peor enemigo de nuestra piel cuando nos exponemos a sus rayos cuidado alguno. Aunque las pieles sensibles son las más vulnerables y propensas a las manchas, los granitos, las rojeces y quemaduras y demás efectos nocivos de una inadecuada protección, no debemos olvidar que las pieles más morenas también necesitan prepararse pues, a pesar de su mayor resistencia, los rayos UV agotan las reservas de antioxidantes y cuando esto ocurre el bronceado deja de ser uniforme, la piel vuelve seca, áspera y envejece de forma prematura.

Las lociones y cremas protectoras son fundamentales a la hora de tomar el sol, pero si queremos adquirir ese codiciado color miel con todas las garantías, nada mejor que comenzar por dentro con los preparadores solares Inneov para reforzar las defensas de la piel y aumentar su resistencia. Para las más sensibles Inneov ha creado Inneov Sensibilidad Solar, el único preparador solar con skinprobiotic; un componente que además de proteger la piel, proporciona un bronceado mucho más intenso. Para las pieles que se broncean fácilmente resulta ideal Inneov Solar Intensivo Antiox con extracto de emblica, un potente antioxidante que regula la producción de melanina. Sea cual sea tu tipo de piel bastará una cápsula al día, mínimo 15 días antes de la exposición, durante y tras la exposición al sol, para conseguir un bronceado duradero, reducir las manchas y promover la acción anti-edad.

Inneov