Virginia Labuat.
Virginia Labuat nos abre las puertas de su Dulce Hogar, el mismo con el que soñaba de niña...
Virginia Labuat nos abre las puertas de su Dulce Hogar, el mismo con el que soñaba de niña, lleno de canciones repletas de emoción, sinceridad y, sobre todo, corazón. El mismo que da nombre a su último proyecto, el segundo de su carrera y el primero en solitario. Un disco construido poco a poco, compuesto y coproducido por ella misma, con ilusión y naturalidad, como todos los proyectos que merecen la pena. No le da miedo mostrarse tal como es, segura y tranquila afirma que para ella “la música es un instrumento de reflexión en el que volcar sus emociones”.
Un sueño
Seguir viviendo de la música, conservar la ilusión, poder amar y ser amada. Superarme en cada etapa. Vivir en Nueva Orleans una temporada, en realidad son varios…
Un sabor
Creeps con nata y dulce de leche. Me deshago pensando en el momento en el que toda la cocina huele a crêpes bien tostaditos…
Un placer
Sin duda el mayor placer es ser uno mismo, fiel a tus principios, fiel a tus objetivos, fiel a tu corazón, y al llegar la noche dormir con la concienca bien tranquila. Lo sumas a dedicarte a lo que amas y se convierte en una locura.
Una persona
Mi abuela Enriqueta, nunca le falta una sonrisa ni empeño en cualquier cosa que emprende. No le faltan ganas e ilusión por la vida, además lleva el arte dentro y sabe apreciarlo. Pinta, canta y derrocha cariño por los cuatro costados.
Una cita
«Cuando soy buena, soy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor» Mae West.
Un olor
El olor de la tierra mojada de la casa de La Cruz, a 1 Km de Linares, donde nací. No lo olvidaré nunca, es reconfortante. Me recuerda la tranquilidad de no tener miedos ni más preocupación que disfrutar, esa que se siente en la infancia.
Un viaje
Colombia, conocí lugares increíbles del trapecio amazónico, tuve un contacto con la naturaleza del que guardo un recuerdo muy especial, fue como limpiar mi alma, renovar energías, no sé explicarte pero fue inolvidable, tanto por el lugar como las personas.
Un capricho
Una bonita casa en la playa. Otra en la montaña. Paraísos donde desconectar de todo para conectar con uno mismo, lejos del ruido y del estrés diario. Un lugar para componer, tomar infusiones y sentir la luz del sol y la luna.
Un recuerdo
La casa de Córdoba en la sierra, los amigos y anécdotas que viví allí, paseos en bicicleta por el campo al lado de casa, mi primera guitarra, cantar en las escaleras de casa…
Una debilidad
Un beso.
Comenzó en la música a los 13 años, tocando en locales de ensayo y con varios grupos, mientras escuchaba música de los años 50 y 60. El 29 de marzo de 2011 llega «Dulce Hogar», su segundo disco, el primero compuesto y co-producido por ella en el que al abrir la puerta nos encontramos con canciones en inglés y español, mientras que por las ventanas llegan aires de pop, folk y soul. Un disco positivo y luminoso pero también con algún rincón más oscuro y reflexivo. Al escucharlo, inevitablemente, su ilusión se nos contagia.
«Intensidad, en todo caso, sea por la espectacularidad de una voz única, por la habilidad con la que convierte todo sonido en algo hermoso o por el talento interpretativo; sea por la indiscutible vocación o la evidente pasión con que vive lo que canta, vive como canta y canta como vive.» decíamos en el lanzamiento de circus y así lo creemos.
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