Teresa Lanceta: «Tejer me atrapó».

Para Teresa Lanceta, tejer no sólo supone un trabajo artesanal, consuetudinario y propio de las mujeres desde tiempos ancestrales, sino un arte en sí mismo y por sí mismo que, por fortuna, comienza a reconocerse como tal. Hace casi cinco décadas que la artista barcelonesa sintió la llamada de los telares, los tejidos y los tapices. “Tejer me atrapó, y lo hizo de una manera radical, absoluta, más allá de los resultados y de las consecuencias. A cambio, me ha ayudado a adentrarme en el tiempo unitario, en aquel que pervive en el tiempo medido”.

Desde entonces, ha mantenido su compromiso inamovible con el arte de tejer que, a diferencia de otros artistas que se han servido del tejido para llevarlo al arte contemporáneo, consiste en mostrar que se trata de un arte milenario y universal. Ella, que empezó a tejer al mismo tiempo que sus estudios de Historia en Universidad de Barcelona, descubrió años después que siempre hubo mujeres tejiendo a la vez que ella. Ese acercamiento tuvo lugar en Marruecos. Allí, junto a las mujeres bereberes, aprendió e inició un proceso irreversible. Ya no existía el vacío ni la carencia de compañeros de viaje. La proximidad y el conocimiento de las técnicas del Medio Atlas le proporcionaron una visión renovada hacia el presente de lo popular, lo ancestral, la cotidianidad de lo sensible y una posible representación material de lo ininteligible.

Anonimato, ornamentación y colaboración aparecen de una manera más profunda en los trabajos a partir del 2000.

El MACBA acoge, desde el pasado 8 de abril, la exposición Teresa Lanceta. Tejer como código abierto. En esta primera retrospectiva, coproducida junto al IVAM, se reúne la más amplia selección hasta la fecha de los trabajos realizados por Lanceta en las últimas cinco décadas: más de 200 obras, incluyendo formatos colaborativos con otros artistas (Olga Diego, Pedro G. Romero o Xabier Salaberria). De este modo el museo recupera el trabajo de la artista, así como su acercamiento al arte de tejer y sus estructuras, sistemas y procesos.

El recorrido se estructura de manera temática, eludiendo la cronología, con el fin de proporcionar una aproximación a la narrativa tejida por Lanceta durante su carrera artística. As cinco salas presentan piezas que cuestionan conceptos —en otro tiempo— antagónicos: colectividad y autoría, remediación e historia, materia y performance, oralidad y biografía.