De banquero en Shangai a fotógrafo en Londres.
Desde la élite de Buckingham Palace hasta las figuras anónimas del Londres más marginal, su cámara capturó a literatos, científicos, bailarines, actores, políticos, rascacielos, fábricas y puentes…
Pues sí, allá por 1902 se dirigía hacia Shangai un prometedor Emil Otto Hoppé con la intención de perpetuar el imperio financiero de su millonario padre. Sin embargo, quiso la fortuna detenerlo unos días en Londres y allí se quedó. El barco partió rumbo a China, pero dejó en tierra a un joven enamorado del recién nacido arte fotográfico.
Hoppé inmortalizó a Nijinski y a Margot Fonteyn, a Bernard Shaw y a Rudyard Kipling, Henry James, Einstein, Mussolini, Marinetti, Clemencau y al mismísimo Jorge VI, pero también le fascinaba la calle, el día a día. Muchos afirman que sus retratos de “modelos” anónimos han sido los precursores del fotoperiodismo. Desde la élite de Buckingham Palace hasta las figuras anónimas del Londres más marginal, su cámara capturó a literatos, científicos, bailarines, actores, políticos, rascacielos, fábricas y puentes…, la vida de los salones y la de la calle. Prolífico, curioso y observador centró su trabajo en el sujeto, en los gestos, en las miradas, en las manos, prescindiendo de toda ornamentación, decorados y fondos; primeros planos que muchas veces son más una radiografía psicológica que una fotografía. El propio Hoppé confiesa: “Las expresiones faciales se pueden controlar, pero de las manos es frecuente olvidarse” (A Hundred Thousand exposures, 1945).
Tras haber sido exhibida en la National Portrait Gallery de Londres, la Fundación Mapfre presenta, por primera vez en Madrid, la obra del fotógrafo Emil Otto Hoppé (Munich, 1878 – Londres, 1968). Con el título Hoppé. El estudio y la calle, muestra una selección de sus cuidados retratos de estudio a las conocidas figuras de la vida artística e intelectual de la primera mitad del siglo XX y de sus instantáneas a personas anónimas de diferentes clases, en sus lugares de trabajo, en cafés, hospitales o cementerios de animales. Ciento cuarenta imágenes en blanco y negro divididas en cuatro secciones. El estudio: sus retratos trabajados, medidos a conciencia. Las bellas: treinta y dos retratos femeninos que pusieron en cuestión el canon de belleza occidental equiparando razas y grupos sociales –tahitianas pobres y bellezas cubanas junto a ricas caucásicas ladies británicas–, lo que causó tremendo alboroto (recordad que nos encontramos a principios del siglo XX). Los tipos: un retrato de las diferentes clases sociales que pueblan las ciudades de la época. La calle: una captura del momento, de la vida, del trabajo, del ocio.
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Del 7 de marzo al 29 de abril 2012
Fundación MAPFRE. Sala Azca
Avda. General Perón, 40. 28020 Madrid