Barcelona: un paseo con Miró.
"Un artista es alguien que, entre el silencio de los demás, utiliza su voz para decir algo que debe ser útil para los hombres".
En Barcelona, mezclado con el bullicio de una de las grandes urbes más cosmopolitas, nació y creció un artista admirado en el mundo entero, el gran pintor y escultor Joan Miró. La Barcelona donde siempre regresaba, la ciudad capaz de sellar el alma y el arte de Miró entre la catedral y el Palau de la Generalitat o los mosaicos de Gaudí y el Museo de Bellas Artes. La Barcelona que no solo le vio nacer y crecer como persona y como artista, sino que significó mucho más; fue su tierra y su refugio, el lugar de reencuentro con sus mejores amigos y sus más íntimos recuerdos, la ciudad donde Miró siempre quiso dejar su huella.
Miró nació en 1893 en el pasage del Crédit nº 4 donde vivió su infancia y muchas otras experiencias posteriores. Esa casa, que hoy forma parte de un hotel y aún conserva la decoración modernista, fue musa de las primeras estrellas de Miró y es el punto de partida de un recorrido urbano por la vida del artista, un itinerario cultural que nos propone la Fundación Joan Miró como parte de las actividades que acompañan a la exposición La escalera de la evasión. La siguiente parada se sitúa en un bellísimo portal gótico de la calle Regomir nº13, el que fue su colegio, su primera escuela, allí donde recibió las primeras clases de dibujo. Después nos topamos cara a cara con la Lotja -Escuela Superior de Artes Industriales y Bellas Artes-, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, la arquitectura de Gaudí o la Coctelería Boadas donde se divertía con sus amigos mientras tomaban «unas bebidas muy ricas y llenas de invención». El Barrio Chino, la Escuela de Arte Massana, el Colegio de Arquitectos, la Galerías Dalmau, el Liceo… Un delicioso paseo de tres horas cuyo plano puede adquirirse en Barcelona Guide Bureau o en la Fundación al visitar Joan Miró. La escalera de la evasión.
La escalera –un elemento recurrente en el simbolismo pictórico del artista– da título a una retrospectiva imperdible que abarca casi sesenta años de la obra de un artista tan genial como complejo, un hombre comprometido con su tiempo y profundamente vinculado con su tierra natal. Vínculos que se ponen de manifiesto en sus primeras pinturas, como La Masía que preside la muestra; la inflexión y la liberación del surrealismo que supuso su estancia en París y Normandía se perciben en obras como Cabeza de payés catalán. La desesperación durante la Guerra Civil y la etapa franquista –un exilio interior que exteriorizaba mediante increíbles explosiones de color– se reflejan a la perfección en su Naturaleza muerta con zapato viejo o en las formas más violentas de las Telas quemadas.
«Un artista es alguien que, entre el silencio de los demás, utiliza su voz para decir algo que debe ser útil para los hombres» J. Miró.