El triunfo de la belleza y la destrucción de la pintura: El Renacimiento en Venecia.
El Museo Thyssen-Bornemisza presenta 'El Renacimiento en Venecia. Triunfo de la belleza y destrucción de la pintura', una exposición dedicada al esplendor del arte veneciano en el siglo XVI.
A finales del siglo XV, en plena expansión del humanismo renacentista florentino, Venecia se configuraba como uno de los enclaves urbanos más prósperos de Occidente. Sin embargo, la opulencia económica y las transacciones comerciales en auge contrastaban con cierto retraso ideológico en el campo de las artes.
Aún anclados en la estética cuatrocentista, los artistas foráneos comenzaban a incorporar de manera tímida algunos de los elementos más representativos del Renacimiento pleno muy presentes ya en Parma y Roma. Hubo que esperar un par de décadas para que se determinaran las nuevas coordenadas pictóricas de la Escuela veneciana.
Si Giorgione dibujó las primeras pinceladas coloristas y luminosas propias del Cinqueccento, fue Tiziano quien impuso definitivamente la vitalidad, el dinamismo y la sensualidad poética dominantes de esta nueva era artística. Un despertar, especialmente obvio en pintura y arquitectura, que colocó a la ciudad en el centro del arte italiano y, desde finales del XVI y sobre todo en el XVII, en el contexto europeo.
El Museo Thyssen Bornemisza, a través de la exposición El Renacimiento en Venecia. Triunfo de la belleza y destrucción de la pintura, aborda los dictados artísticos de la corriente veneciana. Si bien adscritos al entorno renacentista desarrollado en la Italia de la época, los pintores venecianos se desligaron de los postulados de belleza encabezados por Rafael Sanzio y Miguel Angel Buonarrotti, para desarrollar una corriente alternativa mucho más visual y colorista.
Mientras la corriente clásica toscano-romana se caracterizaba por una mayor consideración hacia lo intelectual a través del dibujo, los artistas de la escuela veneciana fueron virando hacia la pincelada suelta, una mayor expresividad y un dramatismo más próximo al Barroco que al ideal perfeccionista de corte clásico.
El Renacimiento en Venecia se articula en torno a los temas recurrentes en la pintura veneciana del siglo XVI: el esplendor medieval de Venecia; la cultura renacentista y el sueño del clasicismo; belleza y melancolía del Renacimiento veneciano; la mujer; el poder; pastorales venecianas; el ocaso del Renacimiento; destrucción de la pintura.
A lo largo de estas ocho secciones, la muestra propone un recorrido por la obra de Bellini, Veronés, Lorenzo Lotto, Palma el Viejo, Carpaccio, Jacopo Bassano, Tintoretto y, por supuesto, Tiziano. El maestro del Renacimiento veneciano despreciaba el dibujo. De ahí que su obra se convirtiera en el paradigma de la pintura de “manchas”, los violentos claroscuros y el dramatismo religioso.
Además de la obra pictórica de estos grandes artistas, el museo madrileño exhibe esculturas, grabados y libros, procedentes de colecciones privadas y museos como la Galleria dell´Accademia de Venecia, el Kunsthistorisches Museum de Viena, la Galeria degli Uffizi de Florencia o la National Gallery de Londres.
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El Renacimiento en Venecia. Triunfo de la belleza y destrucción de la pintura. Museo Thyssen-Bornemisza. Comisario: Fernando Checa Cremades. Del 29 de junio al 2 de septiembre: de martes a sábados, de 10 a 22 horas; domingos de 10 a 19. Último pase una hora antes del cierre.
Más información museothyssen.org