Comenzó en el Savoy Hotel y ahora es un completo embajador del mundo del whisky. Y ama los desafíos. Max Warner, Brand Ambassador del whisky Chivas.

De la doble cocina hogareña pasó a la cocina soñada, la del Restaurante Savoy y de allí no ha parado de crear sabores como Brand Ambassador del whisky Chivas Regal.

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Extrovertido, locuaz y amante de los desafíos. De esos ingleses con quien te irías a tomar algo para alargar la charla porque siempre tiene una historia más, una anécdota más para contar. Es un gran embajador de su profesión, del whisky Chivas y de él mismo. Así es el Max Warner que conocí con motivo de la final española del concurso internacional de coctelería The Chivas Masters.

Max es un hombre que se crió entre dos fogones. Resulta que su madre era la cocinera del primer ministro inglés, así que en su casa tenía la cocina familiar, pero también la que usaba para preparar el menú del mandatario.

De la doble cocina hogareña pasó a la cocina soñada, la del Restaurante Savoy, esa meca a la que cualquier profesional culinario aspiraría a pisar. Y él lo logró en sus inicios. El mundo de los sabores se le despertaba entre los mejores… y con esa cuna, sólo necesitaba agregarle el ingrediente de su personalidad para brillar aún más.

Cuando se te presentan las oportunidades tu sed de desafíos es la que marca la diferencia. Y así fue. Porque por aquel entonces a él le gustaba mucho eso de la gastronomía, pero echaba en falta algo…
«Comencé trabajando en las cocinas, porque era la mejor manera, por aquel entonces, de meterse de lleno, de experimentar y crear. Pero pronto me di cuenta de que lo que yo realmente quería, era estar frente a las personas. Por esos años, los chefs estaban “encerrados” en las cocinas, nada como lo que es ahora, en donde la cocina es abierta y el comensal puede ver al chef trabajando.»

«Antes, los chefs eran un poco introvertidos y eso no iba conmigo. Así que conseguí un puesto en el American Bar del Savoy, uno de los bares más famosos del mundo.» Estuvo unos 5 años trabajando allí, pero no creando, sino más bien reproduciendo los cocktails más clásicos. Es verdad que tampoco el público exigía nuevas creaciones ni nuevos sabores. Otro de sus grandes desafíos acababa de gestarse.

A partir de allí, todo ha tenido que ver con la creatividad.»

Los cambios llegaron con su nuevo trabajo en otro bar. “Y de repente me di cuenta de que había una manera de crear nuevos cócteles. Era algo en lo que no había reparado antes. Ni se me cruzaba, que era algo que podías hacer. Especialmente en los bares más clásicos, nadie realmente cambia nada. Allí no tenía la posibilidad de personalizar una experiencia.»

Por ese entonces el vodka estaba de moda y los combinados afrutados ganaban al público. “A partir de allí, todo ha tenido que ver con la creatividad.»

Llegaron los ´90 y Absolut Vodka rompía lo establecido en el mundo de las bebidas y se lanzaba con sus mega campañas revolucionando la manera de pedir un spirit. Ya no se mencionaba a la bebida, ellos pusieron el nombre de la marca en el consumidor. Toda una revolución para la época. «Porque hasta entonces, en Londres, la gente consideraba que la experiencia en un bar era sólo ir a tomar unas cervezas al pub o pedir un gintonic.»

Y un nuevo desafío lo impulsó a sumarse a la corriente y abrió el bar conocido como «A.K.A» justo al lado del mítico The End que marcó la escena londinense. “La verdad es que siempre me he inspirado en los postres de los chefs que conocí al principio de mi carrera, porque allí normalmente usas sabores afrutados y dulces. Ahora el panorama es completamente diferente y va hacia muchas direcciones.» De retos y avances ha continuado su vida y con el éxito en su piel, aceptó la propuesta de un empresario para encargarse de un bar y restaurante polaco.

Dos meses más tarde, el dueño le dijo “Gracias por ignorarme. Porque has hecho lo opuesto a lo que te pedí (cócteles más tradicionales) y la gente está encantada.»

Gracias por ignorarme. […] la gente está encantada.»

«En 2003, fuimos nominados como el mejor equipo de bartenders en UK, contra más de 500, éramos los mejores y aún continúo trabajando con el mismo equipo de entonces. Y ese premio estaba siendo patrocinado por Chivas. A los 2 ó 3 meses recibí la llamada de la marca que me ofrecía trabajar con ellos.»

A principios de este siglo, el whisky aún estaba reservado para el estereotipado mundo hermético de los sofás de cuero, profesionales hablando de negocios y el habano encendido. Así que a Max, un hombre de negocios y barman de lo más cool de la noche londinense, eso no le atraía y rechazó la oferta. Aunque la propuesta de convertirse Brand Ambassador de Chivas, le seguía zumbando en su cabeza y averiguó más sobre la marca hasta que se enamoró de lo que descubrió. El pez, había mordido el anzuelo.

«Lo vi como un desafío: el de llevar la marca a los mejores bartenders de cada ciudad y crear un mensaje consistente de la marca, que siempre estuviera ligado con la esencia de Chivas, la herencia, y es lo más importante. Es una marca que fue creada en Escocia cuando nadie tenía dinero y los hermanos tomaron un riesgo muy grande. Después lo llevaron a Nueva York».

Los desafíos continúan y desde entonces no sólo busca inspiración para seguir creando sabores a partir del whisky, también tiene que representar todas las características de una marca legendaria como Chivas.

«La parte más importante de mi trabajo es hacer que todo lo que diga tenga sentido. Me quiero asegurar de que cuando cuento lo que estamos haciendo entre los bartenders o a la gente que comercializa nuestra marca… todo tiene que estar de alguna manera unido al concepto de lo que estamos hablando. Podríamos hablar de lujo… pero nosotros nos enfocamos más en la hermandad.»

Podríamos hablar de lujo… pero nosotros nos enfocamos más en la hermandad.»

«Si pienso en las acciones, en la gente que he conocido… Tratamos de romper el récord de la cata de whisky más alta del mundo en el Burj Khalifa de Dubai. También hemos estado en Cannes, durante el festival de cine, con Leonardo di Caprio para el lanzamiento del «Gran Gatsby»… he estado el la «red carpet» con Jude Law, Johnny Depp y Collin Farrel… Y…  también fui DJ en la mansión playboy.» Y su sonrisa delata una de las experiencias más divertidas, aunque los detalles se quedaron en la casa de las conejitas… «Era un evento Chivas… y bueno… me dije… si ya estoy aquí, más vale que lo haga bien… no soy DJ, pero había que hacerlo. Así que pensé… si todos están contentos ni lo notarán.»

«Cada vez me encuentro más y más cómodo, hablo de lo que realmente me gusta. Tal vez, 6 años atrás, estaba en una posición en la que me acercaba a los bartenders de todo el mundo y les contaba que “Chivas es la marca más grande”,  “Chivas es una marca global», y a ellos nos les importaba ese mensaje.

«La gente ahora ya no piensa, sólo lo googlean.», sentencia. Así que el trabajo de Max también ha consistido en cambiar el tono de comunicación y hablar de lo que realmente importa. «Los bartenders ya no sólo solo personas que hacen cócteles, son personas que crean experiencias, son los chefs… muchos de ellos son tan creativos…. Hay tantas razones por las que ellos son tan importantes para las marcas de bebidas alcohólicas…»  Y agrega. «Curiosidad» es mi palabra favorita. Me encanta la idea de ser curiosos acerca de todo.»

«Curiosidad» es mi palabra favorita. Me encanta la idea de ser curiosos acerca de todo.»

El resultado, fue una investigación de mercado alrededor del mundo para averiguar qué significaba Chivas para los consumidores y los alquimistas de los espirituosos. Las conclusiones significaron un doble desafío para Max Warner. El primero, fue la concepción del concurso internacional de coctelería The Chivas Masters. El segundo, fue la creación del libro y la app «Crafted for Senses» que recopila los históricos cócteles servidos desde el siglo pasado con whisky, además de recetas creadas por el propio Max Warner.

Pero él es un hombre de desafíos, ¿no?, y quedarse quieto no es lo suyo. Así que continúa moviéndose. «Y ahora estoy trabajando en un mensaje más ético, la gran plataforma de Chivas se llama «The Venture» que se trata de promover a emprendedores sociales que enriquecen la vida de otros y quiero llevar eso al mundo de los bartenders.»

«… Ahora estoy trabajando en un mensaje más ético.»

Y de aquel chico que se crió entre dos fogones al cosmopolita Brand Ambassador de Chivas  hay toda una historia vivida y contada de anécdota en anécdota. Pero, ¿cómo es su día a día?

«Me he desafiado esta vez y estoy haciendo un viaje por 15 países sólo con una maleta de mano.» Un sentido de la optimización de su vestuario maravilloso que pude comprobar con su look perfectamente conjuntado en azul, en sus diferentes versiones de estampados. Pero ojo, la carcaza de su móvil también era azul, al igual que su Moleskine.

«Pero hay dos cosas que realmente amo en la vida: una es cocinar y la otra es irme de compras. Adoro la ropa, los trajes y me apasionan los zapatos. Mis favoritos son del diseñador Jeffrey West. Los tengo en todo tipo de colores  y tengo unos muy especiales que son iridiscentes. Básicamente son verdes y azules y violeta… a la vez… Cambian de color según los mires… me encantan.»

«¿El último sabor que descubrí?… en realidad no fue un sólo sabor, fue una combinación… En NY, en la competición, estaba muy intrigado por los sabores que iban a presentar y realmente no usaron ingredientes americanos. Aunque usaron ingredientes que cualquier neoyorkino reconoce.» El drink del que habla tenía agua de coco, café, Chivas y sal, una de las tendencias del momento en mixología, para evitar el consumo excesivo de azúcar. «Si puedes crear un cóctel que te cuente una historia en la que el Chivas sigue siendo el protagonista… es fabuloso.»

«Si puedes crear un cóctel que te cuente una historia en la que el Chivas sigue siendo el protagonista… es fabuloso.»

De sus viajes por España dice que el país le entra por el estómago. «Me gusta ver cosas diferentes. El año pasado fui al Celler Can de Roca, una experiencia asombrosa. Me encanta ir a San Sebastián… cuando hablas de la inspiración que puede venir de la comida… por supuesto pienso en Ferrán Adriá, por ejemplo… No estoy diciendo que eso no se esté consiguiendo en los drinks, pero espero que con el tiempo se vaya desarrollando esa curiosidad especial, para que el nivel se vaya incrementando.»

Extrovertido, locuaz y amante de los desafíos. Así es el Max Warner que conocí. Un Brand Ambassador que no sólo representa a una marca de whisky como Chivas, sino que lleva la charla a un punto en el que sólo quieres seguir y seguir conversando con él.

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