Descanso termal en las aguas de las ninfas del Balneario Serón.

El turismo rural también puede ser una opción en la que mande la tranquilidad, una sin necesidad de subir montañas o hacer caminatas sin fin. Por ejemplo, en un bonito balneario en medio de la naturaleza. Esto es precisamente lo que encontramos a medio camino entre Sigüenza y Calatayud, en el pintoresco pueblo zaragozano de Jaraba, a unos 220 km. de Madrid.

En este pueblo aragonés presumen de aguas, aunque ya lo hicieron también los romanos, que explicaban los beneficios de las mismas al ser estas fruto de las ninfas. No es para menos, pues las aguas de su balneario fueron declaradas ‘minero-medicinales de utilidad pública’ en 1860. Se trata de unas aguas que provienen del interior de la tierra y que producen un efecto diurético y antioxidante contrastado, por lo que sus tratamientos termales benefician al organismo. Pero en el Balneario Serón no solo se bebe, sino que también se goza de bienestar gracias a completos masajes o hidroterapias en circuito.

Con las puertas recién abiertas, siempre junto al Balneario Sicilia, la segunda mitad del complejo, estrena tratamientos para aliviar tensiones y ha creado paquetes especiales para que se pueda disfrutar del mismo uniendo los recorridos termales, la sauna y el jacuzzi con diferentes actividades lúdicas, así como la mejor gastronomía tradicional, gracias a un menú en el que los protagonistas son los platos de siempre y los ingredientes de proximidad.

El balneario cuenta con una amplia carta de masajes. Algunos están pensados para la relajación, como el masaje con velas de manteca de karité o el de especias (a la esencia de romero). Otros, en cambio, son más para atender las necesidades de la piel, como el peeling corporal o la exfoliación facial. También maniluvios y pediluvios con esencias relajantes e incluso programas para el reuma o el asma.

En el circuito termal, el Balneario Serón cuenta con baños de burbujas con sinergias relajantes, chorros termales a presión tonificante, piscina, baños de burbujas… y así un sinfín de áreas para disfrutar durante horas. Una opción diferente de turismo rural donde la relajación será la clave.

En el Balneario Sicilia, por su parte, destaca su piscina termal dentro de una cueva natural de 250 metros de lámina de agua, así como una cámara de sal con piedra caliza del cañón del río. De hecho, este fue el primer balneario de España en introducir el tratamiento de haloterapia, basado en la inhalación de partículas de sal.

Los programas de cuidado termal parten de los 40 €, sin incluir alojamiento ni gastronomía. En este caso, los precios comienzan en los 65 €/persona/noche, con pensión completa.