Avanti, belleza y romanticismo marinero en Fuerteventura.

Aunque la historia del hotel Avanti comienza a finales de la década de los 60 (fue el primer establecimiento del pueblo de Corralejo), el actual hotel boutique, un emblema de la isla de Fuerteventura, es una aventura de diseño y lujo más reciente. Comienza tras la rehabilitación del anterior hotel en 2013, manteniendo, claro, su ubicación privilegiada en plena avenida Marítima, a un paso de todo; y su concepción reducida.

Son 20 habitaciones que se presentan con una estética desenfadada y cálida. Pensado para un disfrute exclusivamente de adultos, estas cuentan con todo lo necesario para el confort: grandes camas, ropa de cama y baño de algodón puro… Y una decoración compuesta por elementos hermosos y frágiles, delicados en tono blanco impoluto, un color solo roto por trazas azules cobalto y muy poco de otros tonos. En cada una de ellas, un pequeño bar con hielo y limón en una coctelera siempre a su lado.

El desayuno se sirve de cara al mar. Y es que estamos en un hotel de diseño pero marinero, de ahí el juego constante con el azul del océano y el blanco de las paredes encaladas. Además, como guiño al mundo griego, todas tienen nombres helenos: Kos, Itaka, Athinios, Unique… habitaciones y estudios que se suceden con una imagen minimalista rotunda y hermosa.

El ático del Avanti es un espacio único que preside las vistas sobre el Atlántico. Además de cómodas tumbonas para tomar el sol (está diseñado para que no corra apenas viento), hay un jacuzzi para cuatro personas que se mantiene todo el año a 32 ºC. Su nombre en el hotel no podía ser más bucólico: ‘la bombonera‘.

Y hablando de dulces… La restauración tiene su protagonismo en Rompeolas. El restaurante del hotel abrió sus puertas en 1975 y mantiene tras la reforma su estética marinera, sencilla pero con gusto. Con una terraza junto al mar, la playa está a apenas tres metros. Su menú tiene especialidades vascas, carnes a la brasa y muchos platos marineros. Es necesario reservar previamente.

Corralejo se convierte, de este modo, en la escapada perfecta para los que busquen intimidad en un marco de diseño minimalista y heleno, blanco sobre azul y mucho glamour (desde 135 €/noche).