Mashpi, un lodge único en la selva de los Andes.

Dicen en Mashpi Lodge que ellos son «una burbuja lujosa en las nubes». Y no mienten, ni en el concepto lujo ni, tampoco, en lo de las nubes. Y es que este ecolodge de diseño contemporáneo se encuentra nada menos que en el corazón de la selva andina de Ecuador, rodeados de un espeso bosque a mil metros de altitud, en una zona donde las nubes chocan con la cadena montañosa, provocando una riqueza ambiental única.

Este hotel fue diseñado como punto de partida para explorar la biodiversidad de la Reserva de Mashpi, de ahí que toda su estructura esté pensada para ofrecer espectaculares vistas del bosque y los valles. Está construido con las últimas técnicas de protección medioambiental, con energía hidroeléctrica, y se ha diseñado para mezclarse perfectamente con su entorno. Claro que no deja de ser un edificio moderno, con una decoración contemporánea propia de hoteles de vanguardia, en una mezcla interesante de lodge naturalista y retiro de moda.

Masphi Lodge cuenta con apenas 22 habitaciones, que incluyen tres suites Yaku»y 19 habitaciones Wayra. Todas son dobles, por lo que su capacidad es reducida, manteniendo y asegurando la tranquilidad en el complejo. Nunca habrá más de 50 huéspedes allí.

Con el distintivo de ‘Lodges únicos del planeta’ que otorga National Geographic, el complejo cuenta, además, con su propia zona de spa. Se trata de un Área de Bienestar con jacuzzi abierto a la brisa y a los sonidos del bosque, ideal para relajarse tras las caminatas. En una sala contigua, se puede disfrutar de masajes especializados y tratamientos con productos naturales.

Su gastronomía está a la altura del entorno. El restaurante, dividido en dos plantas con vistas al bosque gracias a grandes cristaleras, ofrece delicias de la comida ecuatoriana. Los platos están hechos con especias locales y hierbas frescas (menta, limoncillo, chilangua, ajo silvestre, citronella, stevia, albahaca…), chiles, frutas tropicales (papaya, piña, naranjilla, guanábana, mora…), palmito, café, yuca, chocolate, plátano verde.

Una delicia que acompañará grandes jornadas de senderismo en familia o en solitario por uno de los bosques húmedos más apasionantes del planeta.