EMIRATOS ÁRABES UNIDOS Así es el resort con ‘beach club’ más exclusivo de Dubái.
Entramos en el One&Only Royal Mirage, el paraíso en la playa de 'Las mil y una noches'.
El golfo Pérsico también puede ser el destino perfecto para los que buscan unir una escapada playera y el máximo de los lujos. Y lo es gracias a complejos que nos dejan boquiabiertos como el resort One&Only Royal Mirage, que presume de ser el hotel de cinco estrellas con ‘beach club’ incorporado más elegante de Dubái.
Lo consigue gracias a una decoración y una arquitectura en todo el complejo propia de los templos y palacios clásicos del mundo musulmán. Así, a diferencia de otros grandes hoteles en la ciudad, que prefieren apostar por los rascacielos más complejos y los desafíos de ingeniería más sublimes, aquí han querido apostar por un ambiente que bien podría transportar al huésped a las páginas de ‘Las mil y una noches’.
No faltan arcos, cúpulas ni torres en las diferentes áreas de este resort donde la comodidad es patente en cada rincón, siempre lleno de sofás y miles de cojines con estampados tradicionales. En concreto, son tres las zonas que se pueden diferenciar. Por un lado, frente a la playa, el Palacio en sí, un complejo de 231 habitaciones y suites que son la parte principal del hotel, incluyendo dos Suites Royal, las más lujosas. Es aquí también donde se encuentra el centro de deportes acuáticos, las canchas de tenis, un campo de golf, cuatro restaurantes de alta cocina, cada uno tematizado en diferentes especialidades culinarias; y la Palace Grand Pool, una piscina de azulejos turquesas de vidrio craquelado, mosaicos y palmeras a lo largo de la misma.
Sean suites o habitaciones más estandarizadas, todas las del Palacio están orientadas al Golfo y es posible ver el amanecer en una terraza privada, por supuesto con su decoración tradicional de arcos árabes y baldosas de terracota.
La segunda área es el Arabian Court, con 160 habitaciones y 10 suites. Desde ellas se puede apreciar la bahía de Palm Island y tiene un encanto más playero, incluso familiar. Justo lo contrario que la tercera zona, The Residence Spa, que quiere ser un santuario zen donde evadirse de todo, gozar de tranquilidad y, como su propio nombre indica, de un gran balneario. Allí los alojamientos son villas privadas con jardín conectado directamente con la playa.
Lujo por todo lo alto frente al mar y con fina arena dorada a nuestros pies. ¿Qué más se puede pedir?