The Mulia, lujo extremo en una playa de Bali.

Kuta Selatan es una pequeña península que se corresponde con el extremo sur de Bali. Un pequeño brazo de tierra une este pequeño territorio de apenas 101 kilómetros cuadrados con la isla principal, sinónimo de lujo en todo el planeta. Allí se encuentra Nusa Dusa, una franja costera en la zona oriental que se ha convertido en el reclamo de los que buscan el máximo lujo, con complejos hoteleros de ensueño.

Marca la pauta The Mulia, el resort principal de una cadena hotelera especializada en establecimientos de cinco estrellas en todo el Sudeste Asiático. Frente a la Bahía de Nusa Dusa, en pleno pie de playa, llama la atención por su arquitectura contemporánea, sencilla pero rotunda, con un edificio principal con paredes casi completamente de vidrio y una gran cúpula también de este material.

Considerado un pequeño paraíso en la Tierra, su playa está jalonada por decenas de tumbonas de lujo, blancas como sus sombrillas, donde basta con tumbarse. El servicio del hotel se encargará de que no le falten cócteles, aperitivos o incluso un bronceador si se le ha olvidado. Lo mismo en las piscinas del hotel, si es que el chapuzón del día no se va a realizar en las tranquilas y azulísimas aguas del Índico.

Sus suites reciben nombres muy originales: la Suite del Marqués, la del Barón… En esta última, por ejemplo, la decoración recuerda a las de los grandes hoteles contemporáneos en grandes rascacielos, no sólo por su amplitud, sino por el estilo de los muebles, el uso de colores suaves y la profusión de objetos de arte contemporáneo y conceptual. No se sirven de guiños a la cultura local, sino que prefieren un gusto más internacional. Un detalle muy original son las diferentes flores y plantas, esta vez sí que son locales, aunque no todas, que decoran cada rincón.

En lo concerniente a gastronomía, posee uno de los restaurantes más conocidos de la isla, The Café, muy especial en tanto que ofrece un menú basado en gastronomía local, presentado bajo la estética de la alta cocina, una mezcla poco frecuente. Además, cuenta con el Soleil, un rincón francés, con decoración inspirada en la Costa Azul, y que ofrece cocina mediterránea salpicada de detalles Pan-Asiáticos.

Sin duda, una maravilla en donde retirarse a descansar es mucho más que evadirse para rendir cuenta con el hedonista que todos llevamos dentro. A partir de 145 €/noche.