La España de Sorolla y su mirada etnográfica.
Joaquín Sorolla detuvo también su mirada en las costumbres, gentes y tradiciones populares.
Polifacético, creativo, genial, el pintor de la luz mediterránea además de su universalmente conocida faceta impresionista en la que el mar, las playas y los temas costumbristas marineros se consolidan como casi únicos protagonistas, Sorolla desarrolla a lo largo de su vida otros aspectos artísticos -algo menos célebres aunque no por ello menos excepcionales- como fueron sus estudios sobre jardines o su enorme afición por el coleccionismo y la pintura popular española.
Durante dos momentos muy diferentes de su carrera pictórica, Joaquín Sorolla detuvo su mirada en las costumbres, gentes y tradiciones populares. La primera, durante su juventud, a su regreso de Asís (Italia), época en la que su inspiración se dejó conquistar por la escena costumbrista creando pinturas detallistas, de líneas muy depuradas y pequeño tamaño que representan escenas amables frecuentemente ambientadas en Valencia. Mientras, la segunda etapa corresponde a un Sorolla ya plenamente asentado y triunfador quien, mediante dos grandes mecenas –Thomas Fortune Ryan y Archer Milton Huntigton–, entra en contacto con el mercado artístico norteamericano orientándose de nuevo hacia el tema regional, aunque desde una perspectiva diferente.
Trajes típicos, paisajes regionales, costumbres y tipos populares conforman una obra específicamente creada para decorar la Biblioteca de la Hispanic Society de Nueva York en la que Sorolla, además de pintar, se documenta y recopila fotografías, objetos, vestidos regionales y piezas diversas que posteriormente inmortalizará en 14 cuadros de gran tamaño.
Ocho años de trabajo, viajes y documentación a través de las diferentes regiones españolas que el pintor valenciano va descubriendo con emoción para reflejar en cada lienzo las diferentes facetas de luz, matices, peculiaridades, paisajes, culturas… Tan profundas y heterogéneas como nuestro país. Y aunque, según palabras del propio artista, Castilla fue la región que más le emocionó, Valencia (su tierra natal), los Valles Pirenaicos (cuyos tipos y trajes antiguos le causaron gran impresión) y la espectacularidad de Andalucía (concretamente el baile) forman las cuatro partes de esta recién inaugurada exposición que nos ofrece una faceta pictórica algo menos conocida de Sorolla, además de su interesante labor de coleccionista.
Así, la exposición, Fiesta y Color. La mirada etnográfica de Sorolla, reúne 25 de esas pinturas –parte de las cuales se conservaban en el Museo Sorolla mientras que otras han sido recientemente donados por la familia Pons-Sorolla exponiéndose primera vez–, 9 de los conjuntos de indumentaria popular adquiridos por el pintor para esos trabajos, la joyería correspondiente a cada uno de ellos, así como una selección de fotografías y cartas de la época. Junto con las propias colecciones del Museo Sorolla, se exponen piezas del Museo del Traje y de la Fundación La Argentinita Pilar López, y un cuadro de tema valenciano de colección particular jamás mostrado en ninguna exposición hasta la fecha.
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Museo Sorolla Madrid
Fechas: del 10 de diciembre al 20 de mayo de 2014
Nuevo horario ininterrumpido del Museo:
De martes a sábado: de 09:30 a 20:00 horas
Domingo y festivos: de 10:00 a 15:00 h.
C/ General Martínez Campos, 37
28010 – Madrid
Más información Museo Sorolla