El jardín de las mil rosas.

¿Quién no ha soñado con perderse en un jardín cuyas flores poseen todos los colores del arco iris? ¿O descansar bajo la sombra de un árbol, respirar el perfume de las flores y leer una trepidante novela? ¿Y pasear bajo la luz del sol, con el piar de los pájaros como banda sonora junto a una persona tan interesante que te hará perder la noción del tiempo? Si quieres convertir ese sueño en realidad, prepara la maleta porque ese lugar existe.

En el oeste de Canadá, cerca de Vancouver, en la región de la Columbia Británica y próximo a la interesante ciudad de Victoria, se ubican los Jardines Butchart, 22 hectáreas de floridos jardines con más de 5.000 variedades de árboles, flores y arbustos que atraen a millones de turistas durante todo el año.

Los jardines Butchart están divididos en cinco zonas principales: el jardín hundido, el de las rosas, el jardín japonés, el italiano y el mediterráneo, conectados entre sí por senderos y parques de césped. Cada día cerca de 50 jardineros trabajan simultáneamente para mantener el cuidado extremo de esta maravilla que en 1904  inició Jennie Butchart.

Y es que las historias de amor no siempre son entre personas de carne y hueso y ese es el caso de la fundadora del jardín. El amor que la señora Butchart sentía por estos jardines hizo que se volcara de pleno en embellecer una cantera de cemento en la que su marido trabajaba. Involucró a toda su familia y quien lo llevó a tener la fama internacional de la que ahora goza fue su nieto. Así, en el 2004 los Jardines Butchart fueron reconocidos como Sitio Histórico Nacional de Canadá.

Los jardines albergan más de 250 variedades de rosas, cerca de un millón de plantas se renuevan cada temporada y unos 150.000 bulbos se importan desde Holanda para asegurar la diversidad cromática cuando otras descansan en invierno. Begonias, dalias, buganvillas, rojos intensos y hojas con amarillos dorados… Los jardines Butchart son sin lugar a dudas una de las exposiciones florales más espectaculares del mundo.