Piel de reina.

Nos hace felices cumplir años, aunque el número en sí a veces imponga, en realidad, queremos cumplir años, muchos, todos. También somos coquetas, no sé si por naturaleza, cultura o ambas cosas, quizá es tan sencillo como el hecho de que nos gusta lo bello y, por eso, nos gusta vernos bellas.

Esa belleza que el cutis joven, nuevo y vivo mantiene de modo natural, parece querer apagarse con el asunto del paso del tiempo y de los años; sucede entonces que no nos sentimos en nuestra propia piel, y no es cosa de que la arruga sea bella o deje de serlo, es más bien que nuestra ilusión y nuestras ganas son las mismas que años atrás, más incluso ahora que sabemos algunas cosas que entonces no podíamos ni tan siquiera imaginar, y esa piel triste y si luz, que amenaza incluso con ajarse, no va con ese espíritu de vida y risa, no encaja.

Afortunadamente este desequilibrio entre nuestra piel y nuestra intención tiene fácil solución porque lo difícil, crear esa solución, ya lo ha hecho Guerlain con la inspiración de la abeja que identifica sus productos.

Guerlain, en una plataforma de investigación que es única en el mundo, viajó a la raíz del problema y averiguó cómo envejece la piel; una vez descubierto que el asunto está en unas micro-fisuras cutáneas que cicatrizan mal robándole así a la piel su elasticidad y firmeza y lanzándola hacia la arruga, comenzaron el desarrollo de una línea de productos cuyo objetivo era único: hacer que la piel cicatrizara bien desde el interior para mantener encendido su brillo natural y su luz.

Desde hace ya tres años nuestra piel puede dejar aquello de los años reducido a un simple número que indique poco porque desde que Abeille Royale se instaló entre nuestros cosméticos favoritos la piel luce las ganas, la ilusión y la intención, ni un año más, ni un año menos.

En estos tres años en Guerlain no han dejado de trabajar para seguir haciendo magia en el interior de nuestra piel y, fruto de ese trabajo, es Serum Jeunesse, una combinación exclusiva de mieles y jalea real con una capacidad excepcional para borrar los años de nuestra piel.

Y así, la próxima vez que alguien pregunte por tu edad podrás responder yo, piel de reina.