Church House, una casa de lujo para rezarle a la vida.

Church House es una sorprendente casa de lujo australiana.

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Nos gusta colarnos en casas ajenas, con permiso de sus dueños, y descubrir que a nivel arquitectónico no está todo inventado ni todo construido, que siempre hay espacio para una nueva idea o para reinventar una ya vieja ¿qué hay más clásico, en lo que a construcciones se refiere, que una iglesia? ¿imaginas una casa contemporánea y tan lujosa que cuenta con piscina y pista de tenis metida en ella… o bajo ella y rodeándola? no lo imagines, descúbrelo en la galería de imágenes que acompaña esta noticia.

Esta casa tan fuera de lo común ha sido diseñada por el equipo de arquitectos de Daha Arquitecture y se llama, como no podía ser de otra manera, Church House; cuando el proyecto llegó a la mesa de los arquitectos no consistía más que en una inglesia construida en 1924 y una amplia y elevada parcela en el centro de la ciudad, la petición del cliente no era fácil de satisfacer: el dueño de esta propiedad quería mantener la iglesia e integrarla en la futura vivienda, una casa que debía contar con amplios espacios tanto interiores como exteriores y contar además con una estructura que le permitiese favorecer la climatización natural de la casa.

Al tratarse de un terreno con una elevación, el equipo de Daha Arquitecture tuvo claro que igual que la parte del garaje sería la más baja, en el subsuelo, las zonas de uso común estarían a ras de suelo para que pasar de la cocina al salón y de éste al patio, a la cancha de tenis o a la piscina fuese cosa de dar tan solo unos pasos, además así reservaban la parte más alta de la casa para convertirla en la zona más privada e íntima, la de los dormitorios.

Lo cierto es que esta casa resulta sorprendente y muy atractiva porque en ella confluyen elementos tan clásicos como una fachada de una iglesia centenaria con otros tan contemporáneos y modernos como el hormigón o el cristal, el diseño interior es además cálido y sugerente, sencillo pero también muy acogedor.

Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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