Tu y yo.
Tú y yo. La historia del encuentro de dos hermanos en un sótano.
Vuelve Bertolucci. Y es curioso que lo haga con una película titulada Tú y yo. Porque el italiano es de esos directores con los que siempre terminas teniendo una relación, que si no personal, si particular. Una manera de ver las películas donde las escenas llegan diferente dependiendo de a quien lo hagan. Bertolucci no es intimista, si no que hace películas que se hacen íntimas a cada uno. El último tango en París, El cielo protector, Novecento, El Conformista, El último emperador. Películas de Bertolucci, claro, pero también películas muy de cada uno de sus espectadores.
Y ahora, Tú y yo. La historia del encuentro de dos hermanos en un sótano. Uno de ellos que se quiere esconder en la soledad, en la negación de cualquier entorno que no sea él mismo, mientras su hermana viene de navegar por el filo de la vida. En ese encuentro entre dos extremos, el director italiano borda los diálogos y las escenas para que ese sótano nos reúna a todos aquellos que vemos la película, y que somos a la vez silencio y ruido, furia y paciencia. Vuelve Bertolucci, y con él volvemos quienes amamos su cine.
Una estupenda oportunidad para darle a una tarde de silencios de verano, de esas de poca calle y mucha sombra, y para resguardarnos en nosotros mismos en la compañía de ese viejo conocido de origen italiano.