Macbeth. Un clásico para convertirse en un clásico.

Macbeth (Michael Fassbender) es el fiel general que gana las batallas del rey Duncan (David Thewlis), por lo que este le premia con títulos y amistad. Pero en el corazón de Macbeth anida la duda y la traición desde el momento que las brujas que llaman Hermanas Fatídicas le predicen que será rey. Al conocer la profecía, su esposa, Lady Macbeth (Marion Cotillard), traman un plan para asesinar al rey, que ambos cumplen cuando el monarca les visita en su castillo para celebrar la victoria. Entonces, Macbeth es rey, pero dejará la gloria para caer en el infierno.

Akira Kurosawa, Roman Polanski y Orson Welles. Tres genios del cine que se acercaron al texto del autor inglés por excelencia para dejarnos tres obras maestras. Acercarse en su segunda película a una obra que tiene ya esas tres versiones tan marcadas y bendecidas dice ya bastante de Justin Kurzel. Pero es que además consigue, con la inestimable ayuda de unos inmensos Michael Fassbender y Marion Cotillard, una adaptación de esas que suelen ingresar en la historia como «definitivas». Es decir, Justin Kurzel adapta un clásico que es bastante posible que se convierta en un clásico.

Y si esa no fuera suficiente razón para acercarnos a este Macbeth, que lo sea también comprobar lo que significa ser un clásico, y darse cuenta de todo lo que deben tantas series y películas veneradas como rompedoras y originales de la actualidad al caldo de cultivo del original de Shakespeare.

Título original: Macbeth
Año: 2015
Duración: 113 min.
País: Reino Unido
Director: Justin Kurzel
Guión: Todd Louiso, Jacob Koskoff, Michael Lesslie (Obra: William Shakespeare)
Música: Jed Kurzel
Fotografía: Adam Arkapaw
Reparto: Michael Fassbender, Marion Cotillard, David Thewlis, Elizabeth Debicki, Jack Reynor, Sean Harris, Paddy Considine, Julian Seager, David Hayman, James Michael Rankin, Barrie Martin, Ross Anderson