La huida.
Cine negro moderno pero a la antigua usanza.
Hubo unos años, puede que los más dorados de la historia del cine, de mediados de los años 30 hasta finales de los 50, en los que Hollywood era una fuente inagotable de películas. Obras Maestras, por supuesto, pero también un buen puñado de filmes de medio y bajo presupuesto destinados a cubrir las necesidades de entretenimiento de los Estados Unidos. Películas de una calidad más que aceptable, incluso muy buenas, que se beneficiaban de la mayor y mejor nómina de creadores a sueldo de los grandes estudios de la época. Comedias, dramas, musicales y, por supuesto, cine negro.
La Huida tiene un aroma a ese tipo de películas, un producto bien acabado, interesante, de película sin pretensiones pero con una calidad innegable. Cine negro moderno pero a la antigua usanza. Los que huyen son una pareja de hermanos (Eric Bana y Olivia Wilde) que acaban de atracar un casino, e intentan llegar a un lugar seguro. Y sin huir, o quizás si, pero cruzándose con ellos, un boxeador con problemas (Charlie Hunnam) y sus padres (los veteranos Sissy Spacek y Kris Kristofferson). Todo servido por la gentileza del director Stefan Ruzowitzky.
Recomendable para disfrutar a la antigua de la visita al cine. De cuando era seguro que, vieras lo que vieras, merecería la pena. Que disfrutéis.