Érase una vez los cuentos de hadas en el cine.
Un repaso a las películas que nos cuentan cuentos, pero de hadas
En realidad, todas las historias comienzan con érase una vez. Érase una vez una joven del sur de los Estados Unidos que vivía en una mansión de columnas blancas llamada Tara. Érase una vez un joven que era rebelde sin causa. Érase una vez una familia de mafiosos llamada Corleone, o un joven de nombre Luke Skywalker que quería ser piloto de cazas espaciales. El cine son cuentos y los cuentos… los cuentos han sido cine en multitud de ocasiones. Brujas, hadas, enanos, bosques encantados, princesas, castillos, países de Nunca Jamás. Prácticamente todos los cuentos de nuestra infancia, y de la infancia de nuestros padres y abuelos han sido llevados al cine al menos una vez. En 1907, Cenicienta contaba ya con dos versiones, la primera de ellas de 1899, cuando el genio precursor de Georges Méliès entendió que la fantasía del cine y de los cuentos estaba hecha del mismo material de sueños.
Desde aquella Cenicienta a la bruja que encarna Meryl Streep en la adaptación del musical de Broadway Into the Woods, más de un siglo de personajes de cuento. Por supuesto, las películas de Disney, con su primera puesta al día, aunque ya haya pasado tanto tiempo, de la nombrada Cenicienta, de la Bella Durmiente, Peter Pan o Blancanieves, que han sentado las características de los cuentos clásicos que todos tenemos en la actualidad. O la pequeña revolución (o gran gamberrada) que supuso en ese mismo mundo la irrupción de un ogro grande, verde y gruñón de nombre Shrek.
Pero no sólo de dibujos animados viven los cuentos en el cine. También de Judy Garland en El Mago de Oz, de Jean Marais en la versión de La Bella y la Bestia de Cocteau, de Laurence Harvey en El maravilloso mundo de los hermanos Grimm o de Robin Williams como un maduro Peter Pan en Hook. Precisamente este último título, de uno de los cuentistas mayores de Hollywood, Spielberg, marcó el comienzo de una nueva etapa, en el que el desarrollo de los efectos especiales abría el camino para la modernización de los personajes de nuestra infancia y su entrada en el siglo XXI con todos los honores. Al mito de Peter Pan le siguieron Pinocho, Blancanieves, o la reciente Bella Durmiente con ese giro para el personaje de Maléfica en el cuerpo (y pómulos, esos pómulos) de Angelina Jolie.
Y sin más espera ni dilación, partamos a un mundo de fantasía e ilusión… A un mundo donde todo comienza con un “Érase una vez”, las mejores películas de cuentos.
Cenicienta (Georges Méliès, 1899)
Con tan sólo 6 minutos de duración, la adaptación que hace del cuento de Perrault el genio parisino constituye no sólo el comienzo de la andadura de los cuentos en el cine, si no uno de los primeros argumentos estructurados del séptimo arte.
El ladrón de Bagdad (Raoul Walsh, 1924)
Todo el encanto y la fantasía de los cuentos orientales a mayor gloria de las acrobacias y sonrisas de Douglas Fairbanks. Una auténtica delicia y una de las obras maestras del cine mudo.
Blancanieves y los siete enanitos (David Hand, 1937)
El principio del Imperio Disney, su primer largometraje sonoro y en color, era llamado antes de estrenarse “La locura Disney”. Casi ocho décadas después, la locura sigue siendo el amo de los sueños.
El Mago de Oz (Victor Fleming, 1939)
Una de las películas más famosas de todos los tiempos. Casi nada queda por decir de esta maravillosa fantasía musical que tan sólo valdría la pena por oír cantar a Judy Garland “Over the rainbow”
La Bella y la Bestia (Jean Cocteau, 1946)
Una fantasía tan romántica como onírica. Cocteau adapta a la pantalla uno de los cuentos europeos más populares y consigue una obra maestra. Años después, Disney la toma como base para una de sus películas más conseguidas.
El fabuloso Andersen (Charles Vidor, 1952)
Danny Kaye en su salsa metiéndose en la piel de Hans Christian Andersen. Música, canciones y cuentos en una mezcla con todo el sabor de los musicales de los años 50.
El maravilloso mundo de los Hermanos Grimm (Henry Levin, George Pal, 1962)
De algo fabuloso a algo maravilloso. De Andersen a los Grimm. Una biografía de los hermanos más cuentistas de la historia a través del proceso de creación de sus obras.
La historia interminable (Wolfgang Petersen, 1984)
Bastián somos todos leyendo la historia del peligro que corre el Reino de Fantasía, mientras intentamos salvarlo y vamos conociendo sus entrañables y extraños habitantes. Bastian somos todos leyendo la historia interminable.
La Princesa Prometida (Rob Reiner, 1987)
La única de esta lista que no está basada en un cuento popular o en un libro. Pero es que cuando toda una generación puede terminar la frase “Me llamo Iñigo Montoya….”, es que estamos ante algo muy parecido a un mito.
La Bella y la bestia (Gary Trousdale, Kirk Wise, 1991)
Disney versiona a su manera el clásico de Cocteau y da comienzo a su segunda edad de oro. consiguiendo ser la primera cinta de animación nominada al Oscar a mejor película. Aún no existía Pixar.
Hook (Steven Spielberg, 1991)
Con Hook, Spielberg inicia la moda de revisitar los mundos de los cuentos para ponerlos al´día. Un reparto plagado de estrellas para presentarnos a un Peter Pan que ha crecido demasiado. Y Julia Roberts, de Campanilla.
Shrek (Andrew Adamson, Vicky Jenson, 2001)
De una manera u otra, todos los cuentos están en Shrek, una auténtica delicia de película para pequeños y mayores, tan irreverente con los mitos populares como respetuosa con su espíritu. Divertida hasta decir basta.
Stardust (Matthew Vaughn, 2007)
Un encantador cuento de fantasía con unos personajes que te atrapan desde el primer instante. Y además, con Robert de Niro y Michelle Pfeiffer en el reparto. Aventuras, humor e imaginación para una película perfecta para cualquier sábado por la tarde.
Alicia en el País de las Maravillas (Tim Burton, 2010)
Nadie mejor que Tim Burton para llevar el loco mundo de Alicia en el País de las Maravillas. Y nadie como su actor fetiche, Johnny Depp, para interpretar al Sombrerero Loco.
Blancanieves (Pablo Berger, 2012)
En el 75 aniversario del estreno de la Blancanieves de Disney, hasta 3 producciones basadas en el personaje se presentaron al público. La española, muda y en blanco y negro, bella y onírica, se llevó el Goya a la Mejor Película.
Maléfica (Robert Stromberg, 2014)
O como dar la vuelta al mito de la Bella Durmiente para que nos cuenten la historia de manera que los malos no sean tan malos. Y también sirve como final de esta lista, aplicando la frase que mejor la cuadra: Cómo ha cambiado el cuento.