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El viaje de Arlo. De nuevo, Pixar.

Virtuosismo visual de Pixar para una historia Disney

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Los dinosaurios hablan y cultivan la tierra. Los humanos son una especie salvaje que apenas es capaz de comunicarse mediante gruñidos. Así es la vida en la Tierra. O al menos así podría haber sido de no haber impactado el asteroide que terminó con los grandes saurios que dominaban el planeta. En ese supuesto mundo, Arlo, un joven apatosaurio, y Spot, un cachorro humano, se encuentran y viven un viaje lleno de aventuras donde ambos se conocerán al tiempo que superan peligros en paisajes y situaciones increíbles.

El viaje de Arlo es el segundo título de Pixar este año, el primero en el que la compañía del flexo lanza más de una película al mercado. Aunque ha decir verdad, este viaje de dinosaurios se acerca más al concepto clásico de Disney que al de Pixar, no en vano las dos compañías viajan unidas. Arlo y Spot nos ofrecen aventuras con menos guiños a los adultos, lo que no quiere decir que eso le reste diversión. Porque además, donde los chicos de Pixar se han dejado llevar es el aspecto visual, donde Arlo alcanza cotas realmente extraordinarias. Se está generando un salto histórico en el cine de animación y Pixar nos enseña sus cartas y su maestría visual en cada de sus películas.

Los pequeños disfrutarán con Arlo y Spot y los mayores alucinaremos con la manera que están creados.

Título original: The Good Dinosaur
Año: 2015
Duración: 100 min.
País: Estados Unidos
Director: Peter Sohn
Guión: Meg LeFauve
Música: Jeff Danna, Mychael Danna
Fotografía: Animación
Productora: Pixar Animation Studios / Walt Disney Pictures

 

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