Una docena de mujeres que ganarían un duelo a Billy el Niño.
Doce mujeres con pistola. Doce mujeres con las que es mejor no encontrarse frente a frente en una calle del Oeste.
Natalie Portman ha sido la última en incorporarse a la lista de mujeres que abandonan el papel de mujer resignada y escondida en los tiroteos para ser ellas las que los protagonizan. En La Venganza de Jane, la actriz norteamericana se mete en la piel de una esposa que debe enfrentarse a aquellos que ya mataron a su marido y que pretenden hacer lo mismo con ella. Ya sea por el vengativo motivo de Jane o por el que se las venga en gana, no son pocas las mujeres integrantes de esa lista de pistoleras que se buscan la vida en un mundo dominado por hombretones. Al fin y al cabo, para levantar un revolver y apuntar no se necesitan más que la mano y buena puntería.
Y por si alguien pensase que lo uno está reñido con lo otro, la belleza de estas mujeres pistoleras está a la altura de su peligro como profesionales del revolver. De los ojos de Joan Crawford a la exuberancia de Claudia Cardinale, pasando por la presencia singular de Barbara Stanwyck o el mirar de lado de Sharon Stone. Está claro que se puede ser femenina y poner la bala donde se pone el ojo (pintado, por supuesto). Hasta Doris Day, la mujer modelo por excelencia de las bondades del american way of life, se enfundó una de esas vestimentas con tiritas que puso de moda Buffalo Bill sin por ello perder la apariencia de quien es capaz de hornear una tarta de manzana y unas galletas para Halloween sin manchar la cocina ni perder el rizo perfecto de haber pasado por la peluquería hace cinco minutos.
Pensándolo bien, es posible que el Western sea el género cinematográfico más «igualitario», porque viendo a las integrantes de nuestras listas, lo de menos es su belleza o feminidad. Porque da toda la impresión de que si les viniera en gana, se bastarían solas para que no hubiera nadie más rápido que ellas en todo el territorio, al menos a esta orilla del Río Pecos.
Cat Ballou (Jane Fonda, La Ingenua Explosiva, 1965)
El avance del ferrocarril es, como en tantas otras películas del género, la causa de que la buena de Cat Ballou se vea obligada a empuñar las armas para defender un estilo de vida que se perderá con la llegada de El Caballo de Hierro. Impagable Marvin, por cierto.
Ellen (Sharon Stone, Rápida y Mortal, 1995)
La venganza es el motor que mueve a Sharon Stone para enrolarse en una competición de pistoleros por todo lo alto. Sam Raimi pone su firma y estilo a un western que tiene más de lo que parece, incluyendo a los novatos por aquella época DiCaprio y Russell y al siempre eficaz Gene Hackman.
Calamity Jane (Doris Day, Doris Day en el Oeste, 1953)
Biopic en clave musical de Calamity Jane, una verdadera mujer de la frontera del Oeste americano, amiga de Buffalo Bill y Wild Bill Hickok. Desde el punto de vista histórico no hay quien meta mano a la película ni al personaje, pero como musical es entretenida. Para estudiar, la peculiar «traducción» de Calamity Jane al castellano como Doris Day en el Oeste.
Vienna (Joan Crawford, Johnny Guitar, 1954)
Inolvidable obra maestra de Nicholas Ray. Inolvidable Vienna, inolvidable Johnny Guitar e inolvidables todos y cada uno de los fotogramas de la película. El amor duele, y duele como en Johnny Guitar. Corre a verla de nuevo, anda.
Cody Zamora (Madeleine Stowe, Cuatro mujeres y un destino, 1994)
El remedo del título haciendo alusión a la mítica pareja Redford/Newman hace más mal que bien a estas cuatro pistoleras a la fuerza, algo así como unas Thelma & Louise pero en cuarteto, porque evidentemente no alcanza su altura como película. Pero la verdad es que resulta un aceptable entretenimiento.
Louise (Brigitte Bardot, Las Petroleras, 1971)
Una morena y una rubia, pero no de Madrid, si no de Italia y Francia, conquistan el Oeste a su peculiar manera. O lo que es lo mismo, película a la mayor gloria de la Cardinale y la Bardot en la cima de sus carreras y su belleza.
Jessica Drummond (Barbara Stanwyck, Cuarenta Pistolas, 1958)
Más o menos como Ali-Baba, Jessica Drummond tiene cuarenta pistoleros a su cargo, pero si hace falta sacar el revolver para echar una manita, pues se echa, que no se le van a caer las manos a pesar de ser la paisana más poderosa del lugar.
María Álvarez (Penélope Cruz, Bandidas, 2006)
Podemos coger lo dicho para la Cardinale y la Bardot de Las Petroleras y aplicarlo a estas bandidas encarnadas por Salma Hayek y Penélope Cruz. Salvando las distancias y cambiando de una morena y una rubia a dos morenas. Y es que sobre gustos…
Mary Bee Cuddy (Hilary Swank, Deuda de Honor, 2014)
Mary Bee Cudy tiene que viajar a Nebraska para cumplir con el mandato de su iglesia llevando a tres mujeres con ella. La acompaña un hombre que iba a ser ajusticiado que e parece muchísimo a Tommy Lee Jones. Una del Oeste distinta, dura y atrayente como cualquiera de sus horizontes.
Fifi Danon (Denise Darcel, Caravana de Mujeres, 1951)
De Chicago a California, pero sin coche ni road movies de esas. Un puñado de mujeres emprenden el camino guiadas por el guaperas de Robert Taylor para encontrar a un grupo de solteros, y décadas más tarde -en 1985- inspirar a los chicos del pueblo de Plan en Huesca. Un clásico.
Belle Starr (Gene Tierney, Belle Starr, 1941)
La bella de Belle Starr viene a ser una Escarlata O’Hara en plan extremista contra los malvados yanquis que expolian el eterno Sur. Y lo de Belle le viene que ni pintado, teniendo en cuenta que es Gene Tiernet quien la interpreta.
Ana Caulder (Raquel Welch, Ana Caulder, 1971)
Está claro que el año 71 fue la cima en esto de las mujeres pistoleras luciendo palmito. A la Cardinale y la Bardot se les une Raquel Welch, vengativa ella y con razón contra unos bandoleros que no se han portado ni medio bien con ella. Pasable.
