Dos decenas de cantantes en el cine.
Un repaso a las vidas de grandes de la canción llevadas al cine
Recién estrenada I feel good, la adaptación cinematográfica de la biografía de James Brown, el cantante de soul y rock, toca echarle un vistazo al resto de títulos que comparten con ella la mirada hacía la vida y obras de aquellos que se subieron en un momento u otro a un escenario para alegrarnos la existencia con sus canciones. Y también, como no, como resultado de un camino que las más de las veces se iniciaba en condiciones no muy afortunadas, como la adolescencia de James Brown, con paso por la cárcel y el reformatorio incluido.
Hay dos reglas (incluso con excepciones que las confirman) que se suelen cumplir en esto de las películas biográficas sobre cantantes. Una, que no suelen ser grandes películas, de esas que se convierten en clásicos para toda la vida. Eso no significa que sean malas, pero es cierto que se suele atender más a los clichés más conocidos del intérprete al que se refieren que a la narración como conjunto de la película. La segunda regla es que esconden interpretaciones majestuosas de los protagonistas, que suelen convertirse en la principal razón de su visionado. No hay que perderse, por ejemplo, a un espléndido (y oscarizado por ello) Jamie Foxx encarnando a Ray Charles.
Y por supuesto, la música. Desde el Country al Pop, desde al Rock al Jazz, las películas biográficas de este tipo incluyen verdaderas joyas en sus bandas sonoras, como a Bette Midler entonando The Rose, o al citado Jamie Foxx con cualquiera de las de Ray. En ocasiones hasta alcanzan una gloria discográfica superior a la de la propia película, como ocurrió con la versión de La Bamba de Los Lobos, eclipsando incluso a la versión original del biografiado Ritchie Valens. Así que es el momento de relajarse, ponerse delante del televisor y disfrutar del recuerdo de un par de decenas de cantantes cuyas vidas fueron llevadas al cine.
Buddy Holly (Gary Busey, The Buddy Holly Story, 1978, de Steve Rash)
La carrera de Gary Busey parecía prometer bastante más de lo que luego ha sido, cuando se metió en la piel de Buddy Holly, con nominación al Globo de Oro como mejor actor incluida. Película prácticamente desconocida por estos lares, a mayor gloria del llamado por el crítico Bruce Eder “la fuerza creativa más influyente en el temprano rock and roll”.
Johnny Cash (Joaquin Phoenix, En la Cuerda Floja, 2005, de James Mangold)
3 Globos de Oro (Mejor Película, Actor y Actriz Principal) y un Oscar (Reese Witherspoon) avalan la calidad de esta narración sobre Johnny Cash, donde destaca con una fuerza especial la interpretación por parte de la Whiterspoon de la compañera de Cash, June Carter
Joan Jett (Kristen Stewart, The Runaways, 2010, de Floria Sigismondi)
Joan Jett, junto con Cherie Currie, formaban el núcleo de este grupo de punk-rock exclusivamente femenino que tuvieron un lanzamiento comercial dedicado a presentarlas como “un grupo de chicas tocando rock en lencería”, pero tras el que se escondía bastante más, y que tuvo un relativo éxito en los 70.
Ian Curtis (Sam Riley, Control, 2007, de Anton Corbijn)
Sombría narración sobre la última época del que fuera cantante del grupo Joy Division, Ian Curtis, tan dueño de un talento descomunal para la música como de una personalidad desgarrada y problemática. Un pedazo de película de dirección e interpretaciones excepcionales.
Ray Charles (Jamie Foxx, Ray, 2004, de Taylor Hackford)
Jamie Foxx encarna al genio de Georgia y se gana un Oscar a la mejor interpretación como quien no quiere la cosa. Por lo demás, ya sería una película interesante de ver (y sobre todo, escuchar) por su banda sonora.
Bobby Darin (Kevin Spacey, Beyond The Sea, 2004, de Kevin Spacey)
Un auténtico trabajo de Juan Palomo para el bueno de Kevin Spacey, que produce, dirige, protagoniza e interpreta él mismo las canciones de esta biografía cinematográfica del que era el ídolo de su madre, bastante más conocido en Norteamérica que por estos lares.
Edith Piaf (Marion Cotillard, La Vie En Rose, 2008, de Olivier Dahan)
Otra de interpretación oscarizada, en este caso femenina a cargo de una maravillosa Marion Cotillard, que se puso en la piel de la cantante francesa para conseguir, según el New York Times, «La más asombrosa inmersión jamás encontrada en el cine de una intérprete en el cuerpo y alma de otra»
Ritchie Valens (Lou Diamond Phillips, La Bamba, 1987, de Luis Valdez)
No lo niegues. Tú, el de más allá y el otro también, habéis bailado con La Bamba en la versión de Los Lobos que llevaba esta biografía del otro gran accidentado en lo que se llamó “La noche en la que murió en Rock & Roll”, donde también falleció otro cantante nombrado en esta lista, Buddy Holly.
Camarón de la Isla (Óscar Jaenada, Camarón, 2005, de Jaime Chávarri)
La cinematografía española anda escasa de títulos biográficos de este tipo, pero no desierta. Para muestra, esta aproximación a la vida y obra del gran cantaor, donde la interpretación que hizo de él Óscar Jaenada le valió el Goya.
Charlie Parker (Forest Whitaker, Bird, 1988, de Clint Eastwood)
Clint Eastwood alcanza la madurez como director consiguiendo una de las mejores películas de esta lista y, por extensión, una de las mejores sobre el mundo del Jazz. Para cumplir con las reglas no escritas del género, espléndido Forest Whitaker encarnando al mítico Charlie Parker.
Elvis Presley (Kurt Russell, Elvis, 1979, de John Carpenter)
Aún estamos a la espera de la gran película que sin duda merece el Rey del Rock. De momento, hay que conformarse con algún que otro documental y un par de películas para televisión, de la que destaca esta dirigida por John Carpenter e interpretada por un jovencito Kurt Russell apenas dos años después de la muerte del cantante.
Etta James (Beyonce Knowles, Cadillac Records, 2008, de Darnell Martin)
La exuberante voz de una de las grandes del Soul es sólo una de las que aparecen en este retrato de la mítica discográfica norteamericana Chess Records, que lanzó a prodigios musicales como la citada Etta James, Muddy Waters o Chuck Berry.
Bob Dylan (Cate Blanchett, I’m not there, 2007, de Todd Haynes)
Sí, Cate Blanchett es Bob Dylan. Y no sólo ella, porque también lo encarnan Christian Bale, Heath Ledger, Richard Gere, Marcus Carl Franklin y Ben Whisaw en diferentes etapas de su vida en esta película rodada como un falso documental sobre la personalidad del cantautor más importante del siglo XX.
Jim Morrison (Val Kilmer, The Doors, 1991, de Oliver Stone)
Un Oliver Stone en la cumbre de su carrera conseguía una de sus mejores películas con este retrato del líder de la mítica banda de rock que asombró el panorama musical en los 60, hasta que su vida se terminó en una habitación de hotel en 1971.
Tina Turner (Angela Bassett, Tina, 1993, de Brian Gibson)
Salvo Bassett y Lawrence Fishburne en el papel del maltratador marido de Tina, Ike Turner, poco más que destacar en este convencional retrato del ascenso al estrellato de la poderosa cantante americana.
Sid Vicious (Gary Oldman, Sid y Nancy, 1986, de Alex Cox)
Bastante ajustado a los hechos históricos pero errático y con tendencia al exceso, lo mejor de este biopic del líder de los británicos Sex Pistols es, sin duda, ver a Gary Oldman derrochando talento interpretativo.
Loretta Lynn (Sissy Spacek, Quiero ser libre, 1980, de Michael Apted)
Otra interpretación, esta de Sissy Spacek, que se llevó todos los premios posibles. Y es que lo bordó en esta biografía de la cantante country que llegó a la fama tras un camino que no tuvo nada de fácil.
Jerry Lee Lewis (Dennis Quaid, Gran Bola de Fuego, 1989, de Jim McBride)
El polémico y excesivo ídolo del rock Jerry Lee Lewis tiene su correspondiente reflejo biográfico en un voluntarioso Dennis Quaid, quien tiene complicado llegar al nivel de histrionismo del cantante, a quien la película ayudó a recuperar cierta fama.
Janis Joplin (Bette Midler, La Rosa, 1979, Mark Rydell)
Inspirada sin nombrarla en la vida y carrera de la cantante, bastaría para querer verla oír a Bette Midler interpretar la canción que da título a la película. De poner los pelos como escarpias.
Stuart Sutcliffe (Stephen Dorff, Backbeat, 1994, de Iain Softley)
Al igual que decíamos de Elvis, aún está por venir una película digna de Los Beatles. Pero a diferencia del Rey, el grupo de Liverpool si que cuenta con esta más que aceptable mirada a sus comienzos, sobre todo a la figura de “El Beatle perdido” o “El Quinto Beatle”, Stuart Sutcliffe.